¿Qué tipos de neveras para tu camper existen?

Tomarse una bebida fresca en un día caluroso es una sensación cuanto menos placentera. Y más después del verano que estamos pasando donde en muchos lugares de España se han batido records por altas temperaturas. Por ello en nuestra camper, por muy básico que sea su equipamiento, jamás debería de faltar una nevera. En el mercado encontrarás varios modelos con diferentes tamaños, capacidades y sistemas de enfriamiento. Las hay de tres tipos: termoeléctricas, trivalentes o por absorción y de compresor.
Nevera termoeléctrica
Son las más sencillas en cuanto a funcionamiento y las más económicas. Como es evidente su poder de enfriamiento es limitado, mejorando su eficacia sí metemos la bebida o el alimento previamente frio o introducimos hielo. Con esto conseguiremos mantener una temperatura óptima por más tiempo. Funcionan conectadas a la toma de mechero. Las podemos encontrar desde 50 euros.

Nevera trivalente o por absorción
Este tipo de neveras utilizan la tecnología de absorción, la cual emplea un elemento químico para conseguir que enfríe. Este elemento se condensa mediante evaporación y se licúa generando así frio y absorbiendo calor cuando el elemento químico pasa de líquido a gaseoso. Pueden funcionar a 220V o a gas lo que resulta beneficioso ya que aunque apaguemos el motor, no estemos conectados a la red y la batería auxiliar no tenga carga, no dejará de enfriar. Las neveras trivalentes o por absorción resultan muy recomendable para largos viajes o si es necesario enfriar una buena cantidad de alimentos. Las podemos encontrar desde 150 euros.

Nevera de compresor
Son las más recomendables por precio y efectividad. De entre los tres tipos, son las que ofrecen un mayor poder de enfriamiento sin importar la temperatura ambiente. Algunas incluso disponen de congelador, algo que resulta interesante si vamos a pasar varios días viajando con nuestro vehículo camper. Funcionan conectadas al enchufe de 220V y en algunos casos a la toma de mechero. Tienen la ventaja de que su funcionamiento no es continuo, ya que el termostato se encarga de conectar o desconectar el compresor en función de la temperatura, por lo que son muy eficientes. Eso sí, de todas la opciones resulta la más cara. Su precio arranca en 270 euros.
