Ineos Grenadier. Probablemente, el nombre no te suene de nada, y no es extraño porque Ineos Automotive es una marca automovilística de nuevo cuño. Sin embargo, el Grupo Ineos es la segunda empresa química más grande del mundo, y el Grenadier se puede entender como el coche que ellos han desarrollado y creado para satisfacer los deseos de todos aquellos que quieran un todo terreno puro y que, por desgracia, ya no lo pueden tener por temas de emisiones, decisiones empresariales de las marcas, etc.
La cuestión es que el Ineos Grenadier es un todoterreno puro disponible tanto como coche ‘normal’ (Ineos Grenadier Station Wagon) como comercial (Ineos Grenadier Utility Wagon), y también ya es posible adquirirlo en versión pick up (Ineos Greandier Quartermaster). En esta ocasión, hemos tenido la posibilidad de probar un Station Wagon equipado con motor diésel, aunque también es posible adquirirlo con motor de gasolina.
En ambos casos, se trata de dos propulsores 3.0 de seis cilindros en línea de origen BMW equipado con un cambio automático de ocho marchas firmado por ZF. En el caso del diésel, entrega 250 CV y 550 Nm de par, mientras que en la de gasolina la potencia es de 286 CV y 450 Nm de par.
A partir de ahí, ya todo es cosa de Ineos, de Magna Steyr, la empresa que también se encarga de construir los Mercedes Clase G, y de proveedores de primer nivel. Por ejemplo, emplea un clásico chasis de largueros con un acero de 3,5 mm de grosor fabricado por Gestamp, con dos ejes rígidos firmados por Carraro, una caja de transferencia del especialista Tremec, un equipo de frenos desarrollado por Brembo, unas suspensiones con muelles Eibach y amortiguadores Bilstein…
El resultado es un coche pensado para durar muchos años y soportando el trato más duro posible en el campo. De hecho es un coche pensado para vadear ríos de 80 cm sin problema, y hasta el interior cuenta con diferentes desagües para poder lavarlo con una manguera. Para evitar los problemas que la humedad pueda provocar en los sistemas eléctricos, el Grenadier lleva lo justo y necesario en este tipo de elementos. En cambio, también puede llevar multitud de elementos destinados al off-road: una escalera en la parte trasera para subir al techo, posibilidad de incluir una fila de enganches en la parte exterior de las puertas para anclar cosas en ellas…
Con todo, el Ineos Grenadier Station Wagon es un modelo de 4,89 metros de largo, 1,93 metros de acho y 2,03 metros de alto. Con tanto acero, es un coche pesado. Mucho: 2.744 kilos en el caso del gasolina y 2.829 kilos en el caso del diésel. Obviamente, cosas como las prestaciones o el consumo quedan en un segundo plano, pues la verdadera razón de ser de este coche es el campo y el desierto. Y ahí, sin duda, cumple de sobra, como veremos ahora. Aquí te dejamos un resumen de sus principales datos.
3.0 Turbo (gasolina) | 3.0 Twin-Turbo (diésel | |
Dimensiones | 4,89 x 1,93 x 2,03 metros | 4,89 x 1,93 x 2,03 metros |
Peso | 2.744 kilos | 2.819 kilos |
Ángulos (entrada/salida/ventral) | 35,5/36,1/28,2 grados | 35,5/36,1/28,2 grados |
Altura libre | 264 mm | 264 mm |
Altura para vadear | 800 mm | 800 mm |
Potencia / Par | 286 CV / 450 Nm | 250 CV / 550 Nm |
Cambio | Aut. 8 vel. | Aut. 8 vel |
Plazas / maletero con dos asientos | 5 / 2.035 litros | 5 / 20.35 litros |
Depósito de combustible | 90 litros | 90 litros (+17 AdBlue) |
Velocidad máxima | 160 km/h | 160 km/h |
Aceleración 0 – 100 km/h | 8,6 segundos | 9,9 segundos |
Consumo medio | 14,4 L/100 km | 12,1 L/100 km |
Etiqueta DGT | C | C |
El interior es muy amplio y cómodo. Para acceder hay que ‘escalar’ un poco dada la altura del vehículo pero, una vez acomodados, hay mucho espacio y todo es muy sencillo. Los botones son enormes, y están repartidos entre la consola central y el techo. Son tan grandes que parece haber muchos más de los que hay. No tardas en acostumbrarte a ellos. Tras el volante sólo hay algunos indicadores básicos, y detalles como el velocímetro o el cuentavueltas están en la pantalla central, donde también podemos ver todo tipo de datos de conducción off road, navegación, conexión del teléfono… Todo lo que hay en la pantalla central se maneja de forma táctil o a través de un mando circular que ay en la consola central con seis botones de acceso directo, que también están heredados del iDrive de BMW. Es fácil acostumbrarse a todo.
Pero si hay un aspecto donde el Ineos Grenadier impresiona es en campo. Es de esos coches en los que puedes decir que, mientras haya espacio físico para que quepa, va a pasar. Además de un generoso recorrido de suspensiones, encontramos un diferencial central bloqueable, y también existe la posibilidad de incluir un diferencial delantero y trasero también bloqueables. Hay una reductora, y permite llevar el diferencial central bloqueado tanto en cortas como en largas.
Entre todo esto y la respuesta del motor, el resultado es excepcional. En nuestra prueba, por unas escarpadas trialeras, el Ineos superaba los obstáculos sin mayor problema. Basta con bloquear el diferencial central para que los problemas desaparezcan. Y, si algo se resiste, con conectar el bloqueo del diferencial trasero, todo quedará solucionado. No nos hizo falta bloquear nunca el diferencial delantero, y muy difícil debe ser la circunstancia para que haya falta hacerlo. En pista, el Ineos Grenadier es muy cómodo, y se traga los baches sin problemas.
Ahora bien, hay un aspecto que no nos ha gustado: la dirección, que es de recirculación de bolas y, por tanto, resulta demasiado lenta, más aún en un coche de este tamaño. En carretera, también es un coche cómodo y hay mucha potencia para adelantar, por ejemplo, pero las prisas no son su fuerte: hay muchas inercias, los chasis de largueros no son la mejor opción si buscamos un comportamiento ágil en asfalto y, también, la lentitud de la dirección no anima a mantener ritmos vivos. Pero, como decíamos antes, ese no es el objetivo del Ineos, un coche creado por y para el campo.
En Ineos son conscientes de que es muy probable que haya clientes que adquieran este coche para ciudad o para asfalto, por un tema de exclusividad y por su robusto diseño. No nos extraña. Pero, en realidad, comprarse un coche de este tipo para utilizarlo en asfalto es algo absurdo.
En cuanto al precio, todos los Ineos cuestan 93.930 euros, independientemente del motor y del acabado (hay dos: Fieldmaster, más ‘nromal’, y Trialmaster, más extremo). ¿Mucho? Desde luego, barato no es… Un Land Rover Defender cuesta desde 80.050 euros, y hay un jeep Wrangler desde 85 950 euros, y son probablemente dos de sus rivales directos con permiso del Mercedes Clase G, cuya versión más asequible arranca ya en los 142.070 euros.