¿Cómo funciona?
Este nuevo sistema recoge las emisiones de CO2 del motor en unos filtros especiales. A continuación, los residuos almacenados en estos filtros se tratan con un tipo especial de algas que, al prensarse, sueltan aceite. El cual, a su vez, puede volver a utilizarse en el vehículo como lubricante o como combustible, por ejemplo para una calefacción de una casa.
Se ha calculado que con el aceite producido por un coche equipado con este dispositivo a lo largo de un año de funcionamiento, podría abastecer de combustible de calefacción a una vivienda unifamiliar durante el mismo período de tiempo.
Lo ha probado en su propio coche
Según este inventor inglés, el invento ha funcionado perfectamente en su propio automóvil, un Mitsubishi Montero 2,5 Diesel, que tiene homologadas unas emisiones de 275 gramos de CO2 por kilómetro, y que con su dispositivo han pasado a sólo 110 gramos por kilómetro. Por lo tanto, en su coche ha logrado reducir las emisiones del CO2 alrrededor de un 60%.
No pagarían impuestos
Además, asegura que el sistema puede adaptarse al motor de cualquier modelo del mercado, ya fuese un turismo, un pesado todo terreno o un potente deportivo. Es decir, casi todos los modelos del mercado con este sistema instalado pasarían a emitir menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro y en España estarían exentos del pago del nuevo Impuesto de matriculación.
Se rifan la patente pero…
De momento, Ian Houston prefiere comercializarlo a través de su empresa y no ha vendido la patente a ningún fabricante de automóviles, aunque asegura que ya ha recibido jugosas ofertas, sobre todo de marcas estadounidenses. ¿Querrá convertirse en un nuevo multimillonario?