
Dupont ya había presentado esta tecnología en el año 2008, con la intención de que la clase media también pudiese tener vehículos blindados en un país con un elevado índice de delincuencia como Brasil. El material de fibra de kévlar, bautizado comercialmente como Armura, se vende exclusivamente en Brasil -aunque ya prepara su desembarco en dos países que DuPont aún no quiere revelar- y añade un peso de 90 kg al vehículo. Protege de balas de hasta un calibre 38.
El blindaje Armura fue presentado en asociación con Chevrolet, Honda y Kia, y está homologado para 11 modelos de estas marcas. Su instalación lleva 15 días y cuesta unos 9.000 -. Un técnico de la compañía sustituye las ventanillas del coche por cristales con el laminado SentryGlas patentado por DuPont, y coloca paneles de kévlar bajo las puertas. Ahora DuPont se encuentra en conversaciones con varios fabricantes para instalarlo ya desde fábrica.
De lo que no hay duda es de que el éxito ya está conseguido: Las ventas de Armura crecieron un 70 % en el primer trimestre de 2012 comparado con el mismo periodo del año pasado. DuPont no ha facilitado datos sobre los ingresos obtenidos gracias a este producto, pero al menos sí tenemos el dato de su división Safety & Protection: En 2011 sus beneficios crecieron un 17 % hasta los 3.700 millones de dólares (2.800 millones de euros). Y es que había mercado: Según el sindicato de vigilantes brasileño, en Brasil se gastan 6 millones de euros al año en seguridad privada.