Jaime Alguersuari analiza el circuito de Suzuka

En forma de ‘8’ El circuito de Suzuka es uno de los más largos del campeonato (5.807 metros). Tiene una forma de ocho y sectores muy distintos, por lo que este fin de semana será especialmente duro para los ingenieros. El primer sector destaca por la zona de las  -S-, una sucesión de curvas que […]


En forma de ‘8’
El circuito de Suzuka es uno de los más largos del campeonato (5.807 metros). Tiene una forma de ocho y sectores muy distintos, por lo que este fin de semana será especialmente duro para los ingenieros. El primer sector destaca por la zona de las  -S-, una sucesión de curvas que obligan al piloto a estar unos 15 segundos cambiando de dirección. Esto es especialmente duro para los corredores, pero también para las mecánicas y los neumáticos. Una vez se sale de esta zona, el segundo sector es algo más sencillo, con la horquilla Hairpin como una de las zonas más lentas. Después se llega a la curva Spoon (curva 13), una horquilla abierta, que se toma en tercera, pero bastante traicionera, ya que casi no se ve hasta que estás dentro. Aquí es frecuente que haya trompos. Después, una larga recta en sexta que desemboca en una chicane (primera o segunda velocidad), la curva más lenta de todo el circuito. Tras ella, la recta nos lleva hasta la línea de meta.

Nos encontramos, por tanto, ante un circuito largo, bastante abrasivo y con zonas lentas y rápidas. Los neumáticos tendrán un papel importante,  al igual que la aerodinámica, que deberá estar preparada para virar con rapidez para salir de las -S- y para conseguir una buena velocidad punta en la última parte del trazado. Aunque no es fácil adelantar debido a la gran cantidad de curvas rápidas, sí que hay dos buenos puntos para ganar posiciones: la curva 1, justo después de pasar la línea de meta, y la horquilla Hairpin, a la que se llega después de una zona complicada en la que es posible arañar unas décimas.

Circuito de Suzuka

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