Pero el debate no termina aquí, ya que esta misma temporada hemos visto cómo Sebastian Vettel embestía a su compañero de equipo, Mark Webber, tirando por la borda un uno-dos que Red Bull ya tenía en el bolsillo sobre el trazado de Istanbul Park. Ante una situación así, ¿qué deben hacer los equipos, dar órdenes a sus pilotos para conseguir lo mejor para la escudería o dejar que se jueguen el tipo sobre la pista a riesgo de acabar en la gravilla? Parece que la FIA ha optado por lo primero y, a partir del año que viene, las órdenes vuelven a estar permitidas, aunque eso sí, se reserva la posibilidad de amonestar en el caso de situaciones poco deportivas, como el mencionado regalo de Austria del que hablamos anteriormente.
Vuelve el 107%
Junto con las órdenes de equipo también regresa una norma ya conocida en las rondas de calificación, la del 107%. Según la misma, ningún piloto podrá tomar la salida en un Gran Premio si su tiempo en la Q1 supera el 107% del conseguido por el piloto de la pole. Esto es especialmente peligroso para los equipos nuevos, ya que este mismo año hemos visto que los hombres de Lotus, Hispania y Virgin eran hasta seis segundos más lentos por vuelta que los pilotos de cabeza. Pero como todo lo que suele hacer la FIA, aquí la organización también se reserva la posibilidad de permitir que un coche inicie la carrera, pero siempre bajo circunstancias especiales -tan ambiguo como de costumbre-.
Otros cambios
Junto a estas revisiones, hay que hablar de la introducción de alerones traseros móviles, la eliminación del doble difusor, la vuelta del KERS y la llegada de Pirelli como proveedor único de neumáticos.