Los curiosos que se acercaron a la Plaza Mayor de la capital salmantina pudieron disfrutar de auténticas joyas de la automoción, como el triciclo Benz (considerado como el primer coche de la historia), el triciclo Bonet de 1899 (el primer coche español), el Renault de 1911, el curioso De Dion de 1899 o el Hispano-Suiza 20-30 hp. En total 12 modelos, algunos de ellos de más de 100 años, una cifra relevante si tenemos en cuenta que en toda España no hay ni 50 coches anteriores a 1915.
Espacio también para las motos
Junto a la concentración de coches, medio centenar de motocicletas clásicas, de calle y de competición, rodaron por las calles del centro histórico, recordando las grandes gestas de los pilotos del pasado. Allí pudo verse una Scott de un aficionado madrileño, una de las réplicas que se fabricaron entre 1929 y 1930 para conmemorar la victoria que en 1928 logró la estilizada 2T en el Tourist Trophy de la Isla de Man, una Norton Manx, una Bultaco Tralla 101 Super Sport, una Moto Guzzi 500, una Honda Japauto, infinidad de Ossa, Bultaco y Montesa de competición, y un largo etcétera.
Actividades de concienciación
Pero el fin de semana tuvo mucho más. En la labor de concienciación por la seguridad no se han escatimado esfuerzos: simulacro de accidente junto a las catedrales, una exposición de vehículos modernos especialmente seguros y/o ecológicos, los consejos de las asociaciones de víctimas, los colectivos ciclistas, la Plataforma Motera por la Seguridad Vial y su lucha contra los guarda raíles, una ITV móvil dispuesta a verificar vehículos- y las estrellas de la jornada: dos volcadores de coches que han puesto patas arriba a aquellos que querían saber de primera mano las nefastas consecuencias de un vuelco en carretera.