
Ssangyong opera en estos momentos bajo protección por quiebra y con un concurso de acreedores en marcha. Sus portavoces aseguraron que Mahindra ha hecho la mejor oferta -según Reuters, unos 400 millones de dólares para convertirse en accionista mayoritario- y que ha presentado los mejores planes financieros. No obstante, estos planes siguen siendo confidenciales, lo que ha provocado que los mercados sigan sin fiarse y las acciones de Ssangyong hayan caído más de un 8%.
Sin duda, la confirmación del acuerdo supondría un espaldarazo tremendo para Mahindra, pues Ssangyong tiene presencia en casi todos los continentes. En la actualidad, Mahindra tiene una presencia marginal en nuestro país, pero con esta adquisición se podría beneficiar de una red de puntos de venta y asistencia mínimamente en condiciones. En cualquier caso, los analistas temen que los indios no vean los beneficios de esta compra hasta dentro de unos años, ya que entre otras cosas tiene que asumir la deuda de 634 millones de dólares de Ssangyong y sus ya tradicionales problemas laborales.
Bharat Doshi, presidente financiero de Mahindra, planteó que la oferta presentada serviría para llegar a acuerdos sobre la deuda de Ssangyong.
Los otros grandes candidatos a hacerse con Ssangyong eran Renault-Nissan, que se retiró de la lucha por la compañía hace unos días, y otra empresa india, Ruia.
Se espera un preacuerdo entre las dos empresas para finales de agosto, y la firma de la compra definitiva para noviembre.