Instalación de un filtro adicional de gasóleo

Los sistemas de inyección, especialmete los de gasóleo, trabajan a elevadísimas presiones que exigen un combustible de buena calidad, sin restos de agua e impurezas que puedan obstruir las estrechas canalizaciones y los orificios por los que deben discurrir. La evolución de la electrónica aplicada a la gestión de los motores y el incremento de la presión de inyección han permitido un aumento de las prestaciones de las mecánicas, así como la reducción de sus consumos y emisiones.


Esto ha obligado a ampliar los requerimientos técnicos del propio combustible, no solo en lo referente a los hidrocarburos que componen su formulación, sino también en lo que respecta a su pureza y, por tanto, a la ausencia de elementos externos presentes en los tanques de las estaciones de servicio o en los depósitos de almacenamiento, tales como agua o partículas sólidas en suspensión, arena o restos de lodos.

Los sistemas modernos de alimentación diésel con elevadas presiones de inyección implican la presencia de ajustados pasos calibrados, fáciles de obstruir o dañar si alguna partícula sólida llega hasta ellos. Para evitarlo, todos los vehículos cuentan con un sistema de filtrado del combustible. Sin embargo, su diseño obedece a los patrones de calidad que los carburantes ofrecen en Europa, patrones que nada tienen que ver con los que rigen en países del tercer mundo.

Por otro lado, es importante que no olvides sustituir el filtro de combustible periódicamente. A la hora de reemplazarlo, debes tener en cuenta que se encuentra bajo presión y podría causarte algún daño mientras lo manipulas. Antes de sustituirlo, debes conocer las diferentes tomas que presenta: llegada del combustible desde el depósito, el retorno a este, así como la ida y vuelta al sistema de inyección. Asimismo, debes estudiar en el manual del vehículo cómo se purgan el aire que contiene el filtro nuevo y el agua que queda retenida en el decantador del sistema de filtración.

Como estamos manipulando combustible, conviene tener cerca un extintor y un trapo   para secar inmediatamente los posibles derrames y evitar que se produzca un incendio.
 
MEDIDAS DE PRECAUCIÓN

Cuando viajes fuera del primer mundo, deberás extremar las precauciones. En primer lugar, busca estaciones de servicio de marca reconocida. Asimismo, si las condiciones de suministro no son las adecuadas, es conveniente ser previsor para evitar que nuestro vehículo pueda quedar inmovilizado. Así, lo primero que debes hacer es «de cajón» y consiste en llevar siempre un filtro de combustible de recambio. Es asequible, apenas ocupa espacio y puede salvarte de una inmovilización.

La segunda medida recomendada es añadir un segundo filtro de combustible, que deberás colocar en serie con el original del vehículo. Su coste no es muy elevado y garantizará que al motor le llegue el carburante en las mejores condiciones. Si se trata de prevenir para evitar riesgos, más vale pecar por exceso que por defecto.
Cuanto más lejos estés de Occidente, más importancia cobra poder repostar en estaciones «de marca», pero no siempre es posible ni garantía de calidad en el suministro. Por eso, el doble filtro auxiliar es vital en una buena preparación rutera.

Observa el aspecto rojizo del gasóleo que estamos repostando en la imagen superior y compáralo con el de la foto inferior. En Europa, el combustible destinado a uso agrícola o a calefacciones suele teñirse con un colorante para identificarlo, pero en este caso, el pigmento viene del óxido del barril que lo contiene.

Instalación de un filtro adicional

Instalar un filtro de combustible adicional es una operación bastante sencilla, ya que solo tendrás que encontrar un lugar en el que atornillar su soporte. A menudo, la pared cortafuegos del vano motor con el habitáculo es un lugar idóneo, aunque en ocasiones será necesario aguzar el ingenio y fabricar un soporte que nos permita aprovechar un lugar peor adaptado. A continuación, deberás cortar el conducto de combustible. Para prevenir la fuga de gasóleo que se producirá, ten a mano un recipiente con el que recogerlo y un extintor por si acaso. Después, tendrás que empalmar los extremos resultantes a las boquillas de entrada y salida del nuevo filtro con sendas abrazaderas. Purga el circuito y ya está.
 
Como puedes ver, los filtros cuentan con tomas de entrada y salida, marcadas con flechas. Con frecuencia, están duplicadas e invertidas para facilitar su instalación y evitar codos en los conductos.
 
El filtro adicional –el de la derecha– se instala en serie con el original del vehículo. En su parte inferior, se puede apreciar el pequeño depósito que recoge el agua filtrada del gasóleo.
 
Fíjate en el despiece del filtro. El gasóleo entra por la parte superior del filtro, y el agua –al ser más densa– se decanta en el fondo. Por eso, conviene observarlo frecuentemente y drenar el agua en caso necesario.
 
Contar con un filtro de combustible de recambio y saber sustituirlo es básico. También es recomendable ser capaz de drenarlo para extraer el agua acumulada en su interior.
 
Un depósito auxiliar garantiza tu autonomía. Algunos incorporan bombas de trasiego.
Fuera del mundo occidental, la solidaridad con el viajero es la norma, en lugar de la excepción. En este caso, estamos proporcionando gasóleo desde nuestro depósito auxiliar. Disponer de combustible extra resulta crucial.

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