Mini volverá en enero al Dakar –donde ha conseguido cuatro victorias absolutas entre 2012 y 2015– con una importante novedad debajo del brazo. La firma británica, junto con el equipo alemán X-Raid, ha decidido afrontar nuevos retos en la prueba sudamericana con un modelo 4×2, en concreto con un ´pintón´ Mini John Cooper Works Buggy de 340 CV y tracción trasera.
Con esta decisión, Mini y X-Raid quieren aprovechar la mayor ´libertad´ que existe en la normativa que afecta a los buggies para tratar de luchar por la victoria con una inversión menor que la necesaria en la categoría 4×4. De hecho, el equipo germano demuestra que va en serio con este proyecto dejando uno de estos buggies en manos de Mikko Hirvonen, un piloto con una amplia trayectoria en el WRC, donde compitió entre 2002 y 2014.
El desarrollo de un segundo prototipo con tracción trasera es consecuencia de las reglas específicas del Rally Dakar, que, en su forma actual, proporcionan ciertas ventajas a los vehículos con tracción a las dos ruedas, como reconoce la propia marca. Es por ello por lo que los buggies han dejado de ser una apuesta exclusiva de los equipos privados para convertirse en una alternativa real para fabricantes y equipos oficiales.
Un 4×4 para Nani Roma
El estreno de estos primeros buggies en el Dakar no implica el abandono de la tracción total, ya que Mini y X-Raid mantendrán en pista los tradicionales Mini John Cooper Works Rally 4×4 que tan buenos resultados han cosechado para la marca en el último lustro. Uno de ellos estará a las órdenes del español Nani Roma, que buscará reeditar el título conseguido en 2014 con la firma británica.
Por tanto, el equipo X-Raid contará con un total de siete coches en el Rally Dakar 2018: tres con tracción 4×2 y cuatro con tracción total. Además de Hirvonen, los buggies estarán pilotados por Bryce Menzies y Yazeed Al-Rajhi. Por su parte, los asientos de los pilotos de los Mini John Cooper Works Rally serán ocupados por Orlando Terranova, Jakub Przygonski, Nani Roma y Boris Garafulic.
Tracción trasera y 340 CV de potencia
El Mini John Cooper Works Buggy equipa el mismo motor 3.0 diésel de seis cilindros en línea que el prototipo con tracción total. La potencia es de 340 CV y el par máximo llega a los 800 Nm. Un equipo de la marca ha trabajado en los últimos meses para desarrollar desde cero la transmisión, la tracción y el sistema de turbocompresión, que se basa en la tecnología BMW TwinPower Turbo.
El Mini John Cooper Works Rally monta el mismo motor que el buggy, un bastidor tubular para ofrecer la máxima protección a los ocupantes y una carrocería de plástico reforzado con fibra de carbono y Kevlar. Respecto al prototipo que acabó sexto en la edición de 2017, el nuevo modelo cuenta con una nueva construcción de chasis que ofrece un mayor recorrido de la suspensión y un menor peso.