Este informe, que analiza millones de trayectos realizados en 99 ciudades de 24 países durante 2022, combina el análisis de decenas de millones de trayectos planificados por los usuarios de la aplicación Moovit con consultas realizadas directamente a los usuarios de estas urbes. Así, permite conocer una imagen completa y detallada de los hábitos de uso del transporte público y micromovilidad tras la pandemia y, además, conocer qué ciudades han sufrido un mayor impacto en el número de usuarios del transporte público, así como la calidad de la experiencia de uso de los ciudadanos en el mismo.

A nivel mundial, este informe muestra que en 2022 el transporte público fue menos eficiente que antaño debido al aumento de los tiempos de desplazamiento y de espera. Eso sí, el estudio también señala los recorridos en este modo de transporte fueron más largos que en años anteriores.
El transporte público: así funciona (y lo usamos) en España.
En nuestro país, el informe de Moovit ha analizado datos de las áreas metropolitanas de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Bilbao, Sevilla, Burgos, Granada, Vigo, Málaga, Mallorca y Tenerife.

En todas estas zonas se han estudiado la duración y la distancia de los viajes, el tiempo de espera o el número de transbordos realizados.
De entrada, el informe señala que, en nuestro país, el Covid ha afectado al uso del transporte público. Nada que no se supusiera, pero dicho estudio indica que hasta el 24% de los españoles ha reducido el uso del transporte público por miedo al contagio. Con la pandemia , “el uso del transporte público se desplomó radicalmente. Este informe muestra que en 2022 las personas volvieron a desplazarse en transporte público con cierta normalidad de forma gradual” afirma Manuel Molés, responsable de Moovit Partnerships en Europa.

Eso sí, el análisis de Moovit muestra muchas diferencias entre las distintas ciudades españolas y su red de transporte público. Así, Madrid, con una red de las más extensas de Europa al respecto, no es la ciudad española en la que más rápido se viaja… sino, todo lo contrario y con la extensión de la misma como un factor a tener muy en cuenta, es aquella en la que los trayectos son los más largos (con una media de 48 minutos), seguida (curiosamente) de Tenerife, con 41 minutos; que empata con Barcelona.

La orografía y el tamaño de la red de transporte influye decisivamente en la movilidad de las personas. Esta sentencia, que parece de perogrullo, determina que en islas como Tenerife y Mallorca, el porcentaje de personas que realizan un trayecto largo al día (de 2 horas o más) es significativamente mayor que en el resto de ciudades analizadas en España.
Por el contrario, este porcentaje es muy reducido en Barcelona y Madrid. En esta última y pese a su mayor población, la capilaridad de su red, permite que los recorridos sean muy cortos.
En cuanto a los tiempos de espera, son bastante homogéneos en todas las ciudades analizadas, si bien Madrid vuelve a sorprender con tiempos más cortos que los de ciudades con menor tamaño. Entre estas, Bilbao y Burgos sorprenden por sus tiempos de espera cortos (inferiores a 5 minutos); mientras que Tenerife, Mallorca y Sevilla son aquellas localidades con tiempos de espera más largos.
¿Qué llevaría a la gente a usar más el transporte público?

Además de meros datos objetivos, el estudio también trata de calibrar cuáles son los cambios que podrían fomentar un mayor uso del transporte público. Lo ha hecho realizando encuestas a usuarios de transporte público de las ciudades analizadas.
De esta forma, las dos razones más comunes en España que animarían a los ciudadanos a utilizar el transporte público con más frecuencia son unos horarios de llegada precisos y fiables y unas tarifas más baratas. Entre las razones esgrimidas por la población también destacan, aunque en menor término, los viajes con menos congestión o la mayor limpieza de vehículos y estaciones.
