El Gobernador del estado de California, Gavin Newsom, ha aprobado un proyecto de ley para que las flotas de autobuses escolares que funcionan en California, que suman 23.800 vehículos, pasen a autobuses eléctricos. Así, todos los autobuses escolares de nuevo pedido o que sean contratados a partir de esa fecha deberán ser eléctricos.
Esta decisión supone que California será el quinto estado en EE.UU. que obligue a que los autobuses escolares sean eléctricos, tras los de Connecticut, Maryland, Maine y Nueva York; que ya aprobaron una legislación similar.
De cualquier forma, esta nueva Ley supone la culminación normativa de una tendencia en ese estado, ya que de los 23.800 autobuses escolares que circulan por California, aproximadamente 500 ya son eléctricos y ya se han encargado otros 2.078 autobuses de cero emisiones.
Pasarse a los autobuses eléctricos costará 5.000 millones de dólares
Esta medida recién aprobada tendrá, eso sí, un coste más que notable. En concreto, el estado de California calcula que pasarse a los autobuses eléctricos de ámbito escolar le supondrá un coste de 5.000 millones de dólares en los próximos 10 años.
Este coste viene dado por dos cuestiones. La primera, es que un autobús escolar diésel cuesta unos 200.000 dólares (unos 189.000 euros) menos que su equivalente eléctrico. Y la segunda es que, tal y como recoge esta Ley: “la Constitución de California exige que el Estado reembolse a las agencias locales y a los distritos escolares ciertos costes que el Estado impone», lo que supondrá un incremento del gasto total estatal para este proyecto.
Tal y como ocurre con cualquier Ley, otorga excepciones a su cumplimiento. Así, los distritos del estado de California que “tienen menos de 600 alumnos o se encuentran en un condado con una densidad de población inferior a diez personas por milla cuadrada”, podrán solicitar una prórroga de cinco años para la adopción de esta medida. Eso sí, deberán «demostrar razonablemente que una ruta de autobús diaria planificada para transportar a los alumnos de ida y vuelta a la escuela no puede ser atendida mediante la tecnología de emisiones cero disponible en 2035».