Transporte público: recomendaciones básicas de higiene para evitar contagios

En el transporte público se comparte espacio multitud de personas y se está expuesto a numerosos gérmenes, por lo que es importante seguir unas normas básicas de higiene para evitar contagios.
Cada día, miles de personas hacen uso del transporte público. Como ya te hemos contado anteriormente, cumplir una serie de pautas de comportamiento no solo se antoja se necesario, sino que contribuye a crear una mejor experiencia de viaje. Aquí entra en juego también la higiene, y es que estar correctamente aseados es clave para no perjudicar al resto.
Planifica tus trayectos en transporte público con Moovit
A principios de año, un nueva normativa preparada por el Ayuntamiento de Salamanca ha sacado el tema de la higiene a relucir. El Consistorio Salmantino quiere garantizar unos mínimos de higiene, así como un comportamiento ejemplar en todos los usuarios de transporte público. ¿Hay una falta real de higiene, en términos generales, en el transporte público?
Seguramente no es la primera vez -ni será la última- que un usuario del transporte público no está correctamente aseado y eso incurre en una experiencia de lo más negativa al resto de personas. Aunque no esté escrito, ir correctamente aseado es una condición indispensable para hacer uso del autobús, el metro o cualquier otro tipo de transporte público. La obligación no es solo de los pasajeros, también de todo el personal del propio transporte público.
¿Cómo evitar contagios por gérmenes en el transporte público?
En esta época del año, también son habituales los virus. Los estornudos, la tos o las microgotas de saliva de una conversación pueden ser una fuente de contagio, por ello, existen una serie de recomendaciones esenciales para evitar caer enfermo.
La más sencilla sería no llevarse la mano a la nariz o la boca después de haber viajado en un medio de transporte público. Ante esta situación la medida más eficaz es lavarse las manos con frecuencia o, si es posible, llevar un bote de alcohol desinfectante para las manos.
De esta forma podrás desinfectarte antes de subir al metro o el autobús, para evitar contagiar a otros usuarios en caso de estar enfermo, y también podrás utilizarlo para lavarte las manos al abandonar el medio de transporte en cuestión.En cualquier caso, lo más efectivo es el lavado con agua y jabón.
Del mismo modo, también podemos poner de nuestra parte para no contribuir a la proliferación de gérmenes.Al estornudar o toser, no debemos taparnos la nariz la boca con la mano, ya que esto alimenta la proliferación de virus y baceterias. De hecho, la manos, es uno de los principales vías para la extensión de los gérmenes.
Lo más recomendable es cubrirse con un pañuelo deshechable o con el brazo –preferiblemente, a la altura del codo–.
Con esta actitud, contribuiremos a evitar los contagios que se producen cuando otras personas se sujetan a una barra o pulsan un botón que previamente hemos tocado con una mano sobre la que hemos tosido o estornudado.
¿Y el comportamiento?
El comportamiento es otra de las puntas de lanza a modificar por el Ayuntamiento de Salamanca. El problema más evidente es el de aquellas personas que no usan cascos o auriculares a la hora de escuchar música, ver películas o cualquier contenido multimedia en sus respectivos dispositivos.
En este caso, esto sí que está recogido en el Reglamento de Viajeros. Por citar un ejemplo, la normativa correspondiente en la Comunidad de Madrid, en el artículo 11, específica que el viajero no podrá utilizar radios ni aparatos de reproducción de sonido a un volumen que pueda resultar molestos a los demás usuarios. Asimismo, este mismo artículo también indica que está terminantemente prohibido comer, consumir bebidas alcohólicas, entre otras muchas cosas.
Esta normativa llevada a cabo por el Ayuntamiento de Salamanca podría ser la primera piedra para que el resto de organismos también lleve a cabo sus propias regulaciones con el objetivo de garantizar la mejor experiencia a todos los usuarios del transporte público.