Subaru Impreza P1 (1999)
Para impulsarse, recurría a la mecánica de 2,0 litros y cuatro cilindros bóxer EJ20, de 280 CV, que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanzar 241 km/h. Por lo demás, su sistema de tracción total era tremendamente eficaz, convirtiéndolo en un automóvil que, hoy día, sigue siendo muy rápido.