Ogier (Citroën) consigue la victoria más ajustada de la historia del WRC

Pero la historia del rallye de Jordania comenzaba mucho antes. De hecho, empezaba ya con la particularidad de que este rallye, por motivos religiosos-culturales, debía disputarse de jueves a sábado en vez de viernes a domingo. No había mayor problema. Sin embargo, el conflicto de Libia y una serie de problemas logísticos con el transporte […]


Pero la historia del rallye de Jordania comenzaba mucho antes. De hecho, empezaba ya con la particularidad de que este rallye, por motivos religiosos-culturales, debía disputarse de jueves a sábado en vez de viernes a domingo. No había mayor problema. Sin embargo, el conflicto de Libia y una serie de problemas logísticos con el transporte de los equipos obligaba a la organización a reducir el rallye a sólo dos etapas: la del viernes y la del sábado.

Con todo, los rápidos y anchos tramos de Jordania, a orillas del Mar Muerto, iban a ser testigos de un rallye más corto de lo habitual y, por tanto, con unas diferencias más ajustadas. Y así fue desde el primer tramo, cuando los Citroën de Ogier, Loeb, Solberg y el Ford de Latvala se mezclaban en una dura lucha en la que sólo les separaban un puñado de segundos. Tan sólo Mikko Hirvonen, el líder del Mundial, se descolgaba demasiado debido a la cantidad de tiempo que perdía por tener que limpiar la pista de esa fina capa de gravilla que se encuentra el primer piloto que pasa por lo tramos. Mikko no podía hacer otra cosa que resignarse, acabando la primera etapa quinto- y a 2:30,9 del líder de la carrera. Estaba descartado para la victoria.

Sin embargo, la lucha entre sus contrincantes fue un constante toma y daca entre los cuatro hasta el último tramo. Allí, Latvala, Solberg y Loeb decidían -levantar el pie- para evitar ser líderes: el primero tendría que barrer la pista al día siguiente, y eso le había supuesto un lastre exagerado a Hirvonen en la primera etapa. Había que evitarlo. Sin embargo, curiosamente Ogier optaba justo por lo contrario que sus rivales, y atacaba para sacar el máximo de segundos posibles para tener margen en la segunda etapa: Ogier ganaba la especial por más de 18 segundos, y se colocaba líder por 31,6 segundos sobre su compañero Loeb, 33,1 sobre el Ford Fiesta RS WRC de Latvala y 35,3 sobre el otro Citroën DS3 WRC de Petter Solberg.

La suerte parecía estar echada- igual que la ventaja lograda por Ogier parecía demasiado abultada en esta ocasión. De hecho, lo fue para Loeb, que saliendo justo detrás de Ogier no fue capaz de recuperarle tiempo durante la última etapa. Y lo fue también para Solberg, que atacando al máximo terminaba por salirse de la pista y decía adiós a la carrera. Sin embargo, el caso de Latvala era diferente. En Ford tenían serias dudas de que Jari-Matti pudiera recuperar tanto tiempo. Sin embargo, el finlandés empezó recortar segundos hasta ponerse líder en el penúltimo tramo por sólo 0,5 segundos. Latvala parecía lanzado hacia su primera victoria- Pero en el último tramo, Ogier fue 0,7 segundos más rápido y recuperó de nuevo el liderazgo para acabar venciendo el rallye por sólo 0,2 segundos sobre Latvala, dejando la tercera plaza a Loeb a 27,2 segundos y la cuarta a Hirvonen a 2:44,7. Por detrás, a 5:44,9, terminaba el Ford de Matthew Wilson, que conseguía superar a Kimi Raikkonen después de que el excampeón de Fórmula 1 tuviera pequeños problemas mecánicos en su Citroën DS3 WRC de su propio equipo, el Ice One Racing.

La próxima cita es el rallye de Cerdeña, en mayo, donde podremos ver el debut del Mini John Cooper Works WRC en manos del español Dani Sordo y del irlandés Kris Meeke.

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