¿Por qué las marcas ‘pelotean’ a Evo Morales?

Se calcula que en Uyuni hay más de cinco millones de toneladas de litio. Un metal ligero con el que se fabrican las baterías de los ordenadores portátiles, móviles, coches… que permite almacenar mucha energía en poco espacio y se recarga muy rápido. Por ello, las marcas de coches están apostando por el litio para […]


Evo Morales

Se calcula que en Uyuni hay más de cinco millones de toneladas de litio. Un metal ligero con el que se fabrican las baterías de los ordenadores portátiles, móviles, coches… que permite almacenar mucha energía en poco espacio y se recarga muy rápido. Por ello, las marcas de coches están apostando por el litio para construir las baterías que propulsen sus futuros coches eléctricos y casi todos los expertos consideran que, en pocos años, este metal sustituirá -en importancia- al petróleo. De hecho, algunas firmas como GM, Mitsubishi, Toyota y la francesa Bolloré -que fabricará vehículos eléctricos junto a Pininfarina- están intentando ‘estrechar relaciones’ con el presidente de Bolivia, Evo Morales. Una estrategia que todos los analistas han bautizado como ‘la guerra del litio’.Y es que, según explica el profesor del departamento de Geología de la Universidad de Chile, Brian Townley, -el interés de las marcas automovilísticas por explotar los yacimientos de litio es increíble: si los motores de petróleo evolucionan como los de litio, tener controladas este tipo de reservas garantizará el control del mundo».

Un futuro muy incierto
De momento, Morales ya ha dejado claras sus intenciones: explotar el litio a gran escala es la meta del Gobierno boliviano, que estudia crear una alianza con alguna multinacional del automóvil… aunque siempre bajo el férreo control estatal -como ocurre, por ejemplo, en el caso de las grandes empresas de gas y petróleo presentes en el país-. Esto complica las negociaciones, pues esta conocida tendencia del presidente de Bolivia a nacionalizar las principales industrias presentes en el país conllevará que muchas empresas no quieran arriesgarse a invertir en Bolivia. Eso sí, Evo Morales también es consciente de que tiene que jugar bien sus cartas, pues hay otros países con importantes yacimientos de litio; según un estudio del Servicio Geológico de los Estados Unidos, 5,4 millones de toneladas de litio podrían ser extraídas en Bolivia, tres millones en Chile, 1,1 en China y sólo 410.000 en los Estados Unidos. Además, ya se buscan nuevos yacimientos, por ejemplo, en Tibet. «No obstante, el futuro parece prometedor debido al interes de muchas empresas-, ha explicado Oji Baba, ejecutivo de la Unidad de Metales Base de Mitsubishi, quien añade: -está claro que la mayor parte está en Bolivia. Si queremos liderar la próxima oleada de automóviles a base de litio, tenemos que estar en el Salar de Uyuni-.

Con este panorama, no es raro que el precio del litio se haya disparado y que, en menos de una década, haya pasado de 200 dólares la tonelada a más de 3.000. -Sabemos que Bolivia puede convertirse en la Arabia Saudí del litio. Somos campesinos pobres, pero no estúpidos. El litio puede ser de Bolivia, pero también es de nuestra propiedad-, ha explicado a The New Times Francisco Quisbert, líder de Frutcas, un grupo de recolectores de sal del Salar de Uyuni.
Así las cosas, Evo Morales tiene en su mano la llave que posibilitará, o no, la llegada masiva -y temprana- de los coches eléctricos al mercado.

¿Por qué el litio es tan deseado?

Todas las marcas de coches apuestan por esta tecnología para sus vehículos eléctricos -cada batería, que pesa unos 40 kg, lleva unos 180 gr de litio-. Sus principales ventajas son su peso y su densidad energética: pesan la mitad que las de níquel, proporcionan un 100% más de energía y ofrecen el doble de capacidad de almacenamiento. Su problema es que, por sobrecalentamiento o defectos de fabricación, pueden llegar a explotar… y que su vida media es de sólo tres años.

Texto: F.C.

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