Lo que no cambia es el conocido motor de cuatro litros y seis cilindros, aunque con las modificaciones necesarias para la próxima temporada desarrolla un total de 460 CV, es decir, 5 CV más que la versión de 2011 -este año hay una restricción obligatoria de aire en el sistema de admisión-. La fuerza se transmite al eje trasero, donde encontramos unas ruedas de 310 milímetros de anchura. También se mantiene la misma caja de cambios secuencial de seis velocidades con levas situadas en el volante.
También se han introducido algunos retoques en la aerodinámica, uno de los aspectos más trabajados en el modelo de la temporada que termina. Así, los paneles frontales y posteriores se han tenido que adaptar a unos pasos de ruedas más abombados, así como el marco inferior de la puerta y las aletas. También hay un nuevo conducto para el aire de admisión. Por último, las tomas de aire del capó han sido reemplazadas por unas aperturas en los laterales traseros.
Este coche cumple con la reglamentación y, por tanto, está preparado para competir en las 24 Horas de Le Mans, en el Campeonato del Mundo de Resistencia FIA, en las Le Mans Series y en las American Le Mans Series, así como en el International GT Open, entre otras.
Los clientes interesados comenzarán a recibir sus coches a partir de enero de 2012, eso sí, después de pagar los 498.000 euros -más impuestos- que cuesta la criatura -el del año pasado costaba 410.000 euros-. Aunque no es especifica en la nota de prensa, es más que probable que los propietarios de un GT3 RSR 2011 puedan actualizar su deportivo con un kit específico para la temporada 2012.