Según uno de los expertos de Morgan Stanley, Adam Jonas, Opel representa «la mayor amenaza para la salud financiera y la sostenibilidad» de GM. «Preferiríamos ver una GM con un 3 % de cuota de mercado en Europa pero rentable antes que una con un 8 % de cuota pero con grandes pérdidas».
General Motors ha respondido a estas afirmaciones que mantiene un compromiso inequívoco con Opel. Al fin y al cabo, según las cifras de la propia consultora, GM ha perdido 16.000 millones de dólares desde el año 2000 por cargar con Opel -se esperan otros 12.300 millones en pérdidas hasta 2021-, mientras que los costes de vender la marca le supondrían entre 7.000 y 13.000 millones de dólares de un plumazo. En el primer semestre de 2011 -año en el que GM esperaba unos resultados equilibrados en Opel- las pérdidas han sido de 700 millones de dólares, con lo que Adam Jonas espera unos números rojos de 1.500 millones al terminar el año.
Para demostrar que General Motors no piensa hacer caso a Morgan Stanley, el nuevo director financiero de Opel, Michael Lohscheller, ha anunciado en una entrevista concedida a Reuters el lanzamiento de 23 nuevos modelos de aquí a 2016.