Probamos el Infiniti M35 Hybrid

Cuando actúan en conjunto, proporcionan 364 CV. Con todo esto pretende competir de forma directa contra el Lexus GS 450h -340 CV- y el reciente Porsche Panamera Hybrid -380 CV-.


Hemos realizado con él un recorrido de 400 km desde el Paseo de la Castellana -Madrid- hasta Valencia. Un 90% de la ruta por autopista de peaje sin tráfico y un 10% por carreteras secundarias con asfalto en buen estado.

Curiosidades del producto

La gama del Infiniti M se amplía con este modelo híbrido de 364 CV. Esto le permite convertirse en el modelo más rápido de la firma japonesa, con una aceleración de 0 a 100 km/h de 5,5 segundos -el Panamera Hybrid registra 6,0 segundos- y, al mismo tiempo, el que consigue un consumo medio de combustible menor -apenas 7,0 l/100 km- así como la mejor cifra de emisiones -162 gr de CO2/km-. Sin embargo, lo más destacable es que se puede circular en modo eléctrico -sin utilizar el motor de combustión- rodando por debajo de 100 km/h -cuando la barrera de otros coches, como un Toyota Prius, se sitúa en 50 km/h, lo que te limita a un uso urbano de este sistema-.

El equipamiento de serie es completo, con elementos como asientos de cuero con calefacción, alarma antirrobo, sensor de luces y lluvia, llave manos libres, sensores de aparcamiento, control de crucero, faros bixenón… Se puede elegir con los acabados GT y GT Premium, con la única opción disponible de la pintura metalizada -1.050 euros-.
La novedad principal en cuanto a elementos tecnológicos es la incorporación, por primera vez en un coche híbrido, de un sistema de aviso a peatones a través de un pitido que se activa cuando se circula en modo eléctrico -en aceleración hasta 30 km/h, frenando por debajo de 25 km/h y durante la marcha atrás- para que las personas en el exterior escuchen que se aproxima un coche y así evitar atropellos.

Por dentro: merecedor del adjetivo premium

La calidad de los materiales empleados en el habitáculo es excelente, al nivel de sus rivales alemanes. Ahora bien, agobia un poco la cantidad de botones que rodean al conductor, ya que para manejar algunos sistemas no queda más remedio que distraerse por un momento de la conducción.

La habitabilidad trasera es muy buena, tanto por espacio para las piernas como por altura, aunque resulta recomendable sólo para dos pasajeros, ya que el reposabrazos trasero hará que el hipotético ocupante central no vaya cómodo en la zona de la espalda. Llama la atención la reducción de la capacidad del maletero -pasa de 500 a 350 litros- debido a la inclusión de las baterías de ión-litio en la parte trasera.

En marcha: corre mucho y su gasto es moderado

El modo eléctrico es muy útil en ciudad y alrededores, permitiendo que el coche circule hasta 100 km/h en completo silencio siempre que no se pise demasiado el acelerador. Cuando se requiere más fuerza, entran en conjunto tanto propulsor eléctrico como el de gasolina, proporcionando un empuje contundente en todos la banda de revoluciones -la presencia del motor eléctrico permite que la cifra de par sea bastante elevada desde el ralentí, por lo que las salidas desde parado son enérgicas-. El cambio automático de siete velocidades -que mueve las ruedas traseras- resulta muy suave en su funcionamiento y, al mismo tiempo, apreciablemente rápido cuando lo manejamos en modo manual. El comportamiento es bueno, mostrando un gran aplomo en autopista y con una suspensión que filtra bien los baches. Por otro lado, el habitáculo está bien insonorizado y apenas se escucha el sonido del motor a velocidad sostenida.

Durante la prueba que realizamos por autopista, en un recorrido de 400 km, a una velocidad media alta y con poco tráfico, el ordenador registro un consumo medio de 9,5 l/100 km, lo que un cifra buena teniendo en cuenta el ritmo que llevamos.

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