Luego, también, hay otra que combina motores gasolina turboalimentados, con sofisticados sistemas de tracción total e infinidad de tecnología, como ocurre en los Subaru Impreza y Mitsusbishi Evo.
Incluso, existe una más en la que se coge un enorme y pesado todo camino y le instalan un potentísimo motor, dando lugar a otro tipo de vehículo rácing: ahí estan los BMW X6 M o el Range Rover Sport. Y, por último, está Honda y su concepto moderno de ‘deportividad’, representado a la perfección por el llamativo CR-Z; un vehículo compacto, ligero, diferente y divertido de conducir que añade tres alicientes que no verás en ninguno de los modelos que antes mencionaba: el precio es ajustado para su exclusividad, resulta fácil de conducir rápido… y consume poquísimo.
¿Su ‘secreto’? Ser el único modelo de su categoría que combina un motor gasolina 1.5 con otro eléctrico… cuya función es apoyar al propulsor principal consiguiendo que aquel corra más y gaste menos. Sencillo… y tan original que no lo verás en rivales con mucho renombre. Pero vamos por partes; ¿qué es lo primero que debe hacer un deportivo? Atraer tu atención.
Qué saber de…
Dani Pedrosa
Este piloto catalán de 26 años es el actual subcampeón del mundo de Moto GP. Esta temporada vuelve a competir en este Campeonato con el equipo oficial Repsol Honda HRC… y continúa siendo un firme candidato al título.
En el año 2001 debutó en el Mundial de Motociclismo en 125 cc, de la mano de Alberto Puig. Después de dos temporadas en las que quedó octavo y tercero en la general, logró el título en 2003. En 2004, dio el salto a 250 cc y se hizo con el Campeonato esa misma temporada, repitiendo éxito en 2005.
En 1999, estuvo a punto de abandonar el motociclismo y dedicarse al mountain bike.
Su diseño se inspira en…
CR-X Se vendió hasta 1991. Era un mini-coupé y en España sólo se vendió con un motor 1.6 de 130 CV. En 1990, la revista norteamericana Motor Trend lo nombró ‘Coche del Milenio’.
Insight Fue el primer híbrido-coupé; tenía un motor 1.0 gasolina de 68 CV y otro eléctrico con 13 CV. Su aerodinámica era de récord. Nunca llegó a venderse en España.
CR-Z concept En el Salón de Tokyo de 2007, Honda presentó un concept que anticipaba todos los rasgos del CR-Z de calle.
… y vaya si lo consigue
Estar en el circuito de Montmeló, en Barcelona, supone poder probar el CR-Z toda la tranquilidad del mundo… pero he tenido la ocasión de circular con él por ciudad y lo habitual es que algún peatón o pasajero de otro coche me hiciese una foto con su móvil.
El Honda llama la atención… diría que por todo: es muy compacto -mide 4,08 m, apenas 3 ó 4 cm más que un Renault Clio o un Seat Ibiza-, su apariencia es deportiva, aerodinámica -con un Cx de 0,30, que no está mal- y futurista -recuerdo que alguien me preguntó, alucinado, si este coche se vendía o si era un prototipo que, como piloto de motos Honda me habían dejado probar; de hecho, este modelo se presentó como concept en el Salón de Tokyo de 2007-… y es diferente a cualquier otro, no sólo en conjunto, sino también por sus detalles, como la luneta trasera ‘atravesada’ por un alerón -N. de la R.: algo que resta visibilidad hacia atrás-, los faros traseros y delanteros con unos vistosos Led’s, el generoso techo panorámico -de serie en el acabado superior GT Plus, que es el de esta prueba- o las pequeñas manecillas que abren las puertas para acceder al interior.
Por dentro
La instrumentación digital informa al conductor si realiza una conducción eficiente.
Desde el volante se maneja la radio, el control de velocidad, el Bluetooth, el ordenador…
Detalle rácing: para poner en marcha el motor hay que apretar este botón rojo.
Qué lleva de serie
ABS, ESP, seis airbags, dirección asistida, climatizador, elevalunas eléctricos delanteros, cierre centralizado con mando a distancia, alarma, asiento trasero abatible por partes, llantas de aleación de 16″, equipo de audio con CD, Mp3 y USB, ordenador de a bordo, volante multifunción de cuero regulable en altura y profundidad, asientos deportivos -el del conductor, regulable en altura-, control de crucero, sensor de aparcamiento trasero, pedales de aluminio, retrovisores eléctricos plegables, faros de xenón, sensor de lluvia y luces…
OPCIONES: Pintura metalizada (450 euros), alerón (528) y navegador (2.400).
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Repleto de detalles futuristas
Yo diría que el interior es tan atrevido como el exterior... o incluso más. La deportividad aquí se percibe de varias maneras; la más evidente es por la apariencia de su salpicadero, con su completa, colorida y muy futurista instrumentación.
Hay bastantes botones repartidos entre el volante y el propio salpicadero, pero están muy a mano -por ejemplo, los que sirven para accionar el climatizador o ajustar los retrovisores quedan apenas a un palmo del volante- y sólo los de la radio quedan algo alejados. La postura de conducción es igualmente rácing: vas sentado muy bajito y tumbado, como en un auténtico coupé, en unos asientos cómodos y con un buen agarre lateral, y empuñando un pequeño y agradable volante.
Encontrar la postura ideal no es complicado porque cuenta con suficientes reglajes y todos los mandos que manejas, desde el pomo del cambio hasta las palancas de los intermitentes, están perfectamente ubicados y dan muestra de solidez, de soportar bien el paso del tiempo.
Una calidad que, en términos globales, se merece un notable, porque he notado que todo ajusta a la perfección y que los materiales –plásticos, tejidos…- empleados en el interior son robustos y duraderos -N. de la R.: si bien es cierto que la apariencia habría ganado bastante si algún plástico fuera mullido en la parte superior del salpicadero-.
Por espacio, las dos plazas delanteras son muy buenas y cómodas, además de contar con bastantes huecos para depositar objetos: desde el que hay para alojar botes de bebida entre los asientos, hasta un gran compartimento bajo la consola central o una guantera con tapa en la zona superior del salpicadero.
Detrás dispone de dos plazas, pero debido al diseño del techo, hay poca altura, por lo que no caben ni dos niños; si necesitas un coche llamativo y más práctico lo ideal es fijarse en el Civic, que probé en el nº 127 de Autofácil. Por cierto, que el acabado GT Sport de este CR-Z viene con todo, desde seis airbags a climatizador y un buen equipo de sonido: a diferencia de rivales como el VW Scirocco, aquí no te hará falta gastar un euro más en opciones.
Por fuera
Ojo al calor
En verano, entre el techo panorámico y la luneta trasera ‘se cuela’ mucho calor al interior.
¿Para qué más?
Los neumáticos son unos 195/55; suficientes para el coche. No hay otros más anchos en opción.
Qué color
No hay muchos a elegir: sólo cinco. El rojo es gratis y los otros cuatro valen 450 – .
Sin enchufe
Las baterías del motor eléctrico se recargan al frenar o con la energía del motor principal de gasolina.
Tú decides
Honda vende como accesorio un alerón trasero: cuesta 528 – … pero al bonito diseño del CR-Z no le hace falta.
Ayudita
Para no arañar el paragolpes trasero lleva un sistema de ayuda al aparcamiento de serie.
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Hay un CR-Z aún más barato
El CR-Z con el interesante acabado intermedio Sport está de oferta: hasta final de mes sale por 19.300 – , lo que supone una rebaja de nada menos que 3.200 – .
Esta versión ya es muy recomendable, porque incluye de serie todo lo necesario, como el climatizador, faros antiniebla, llantas de 16», volante de cuero multifunción…
Es hora de… ¡divertirse!
Antes de ponerme en movimiento, me fijo en los tres botones que hay a la izquierda de la instrumentación, que varían el ‘carácter’ del coche según lo que busque el conductor. Uno lleva escrita la palaba Eco: si lo activas, el motor tendrá una respuesta más suave para gastar lo menos posible -es ideal para usar en ciudad-. Si accionas el modo ‘Normal’, el propulsor ofrecerá el mejor equilibrio entre prestaciones y consumos, siendo el más adecuado para ‘todo uso’.
Pero para divertirte al máximo, pulsa el Sport, que hace más instantánea la respuesta al acelerador y la dirección, además de mejorar las prestaciones; como estoy en un circuito voy a dejar seleccionado este último modo. El CR-Z es original hasta para arrancar: primero se inserta la llave, se gira… y luego se pulsa un botón rojo situado a la izquierda de volante.
Cuando lo haces, el propulsor de gasolina se pone en funcionamiento con total suavidad, casi en completo silencio y sin ninguna vibración… gracias a la ayuda del motor eléctrico; este propulsor, de 14 CV, no tiene fuerza para que el coche eche a andar desde parado, pero su presencia se percibe al instante: cuando el conductor acelera a fondo, aporta un plus de empuje a la mecánica de gasolina, como si fuese un pequeño turbo.
En conjunto, el CR-Z responde con brío desde apenas 1.800 rpm… y hasta las 7.000 rpm, con un sonido contenido pero bastante deportivo. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,7 seg, una cifra que igualan muchos deportivos… pero la ventaja del Honda es que apenas consume cinco litros de media. Un gran aliado para sacar todo el rendimiento al CR-Z es su cambio manual de seis marchas de excelente tacto, preciso y con recorridos y desarrollos cortos.
Lo ecológico = diversión
Donde este coupé vuelve a demostrar que es un deportivo auténtico es en su comportamiento; se trata de un modelo ligero –1.200 kg... y muy bien distribuidos, con un 59% sobre el eje delantero y el resto detrás-, con una dirección muy directa y precisa y una suspensión que se percibe firme, sin llegar a resultar seca. Eso le permite ser un modelo que reacciona casi de forma instantánea, que es imbatible cuanto más lenta y complicada es la carretera, que apenas se inclina en las curvas… conceptos que, hasta ahora, no iban muy unidos a los vehículos híbridos.
En cuanto a los frenos, se muestran muy potentes y eficaces… tanto, que después de unas cuantas vueltas circulando a tope en Montmeló, no dan signos de fatiga, y el tacto del pedal continúa siendo bueno. Esto, junto al eficaz ESP, le convierte en un coupé entretenido pero también seguro.
En definitiva, este Honda CR-Z es un pionero: ha sido el primer modelo en demostrar que te puedes divertir al volante… de forma ecológica. Su tecnología, su imagen y su equipamiento justifican de sobra su precio.
El veredicto de
Dani Pedrosa
Los datos oficiales
Honda CR-Z 1.5 IMA
Cuánto cuesta | |
Precio | 25.700 –/4.276.120 pta |
A la venta desde | Septiembre de 2010 |
Seguro | 1.234,83 –/205.458 pta |
Primera rev. | 150 –/24.957 pta. aprox. (20.000 km) |
Segunda rev. | 250 –/41.596 pta. aprox (40.000 km) |
Garantía Tres años sin límite de km | |
Otras garantías 12 años contra la corrosión sin límite de kilómetros; 10 años para la pintura. | |
Cambio filtro carburante | 120.000 km |
Cambio correa distribución | Tiene cadena |
Pastillas de freno | 35.000 km de media |
Cuánto corre | |
De 0 a 100 km/h | 9,7 seg. |
De 0 a 1.000 m | 31 seg. |
Velocidad máxima | 200 km/h |
Cuánto gasta | |
Urbano | 6,1 l/100 km |
Extraurbano | 4,4 l/100 km |
Mixto | 5,0 l/100 km |
Autonomía media | 800 km |
Cuánto-mide | |
Largo/ancho/alto | 4,08/1,74/1,39 m |
Batalla | 2,43 m |
Vía delantera/trasera | 1,51/1,50 m |
Maletero | 215 l |
Capacidad depósito combustible | 40 l |
Peso (en orden de marcha) | 1.222 kg |
Cómo-es-su mecánica | |
Motor | Gasolina-eléctrico, 4 cil. en línea, 1.497 cc |
Potencia | 124 CV a 6.100 rpm |
Par máx. | 17,7 kgm a 1.500 rpm |
Relación peso/potencia | 9,85 kg/CV |
Situación | En posición delantera transversal |
Potencia específica | 82,6 CV/l |
Válvulas por cilindro | Cuatro |
Relación de compresión | 10,4:1 |
Cambio | Manual, de seis velocidades |
Propulsión | A las ruedas delanteras |
Dirección | De cremallera asistida |
Vueltas del volante | 2,5 |
Diámetro de giro | 10,0 |
Cómo es | |
Delantera Independiente de tipo McPherson con muelles helicoidales y barra estabilizadora. | |
Trasera Indep. con un eje de torsión y barra estabil. | |
Como-son-sus frenos | |
Delanteros | Discos ventilados de 262 mm |
Traseros | Discos de 260 mm |
Que ruedas calza | |
Neumáticos delanteros | 195/55 R 16 |
Neumáticos traseros | 195/55 R 16 |
Llantas (delante/detrás) | 6J x 16″ |
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