Pero el cierre de una aseguradora deja otros afectados. Por ejemplo, el resto de compañías aseguradoras pueden negarse a pagar indemnizaciones a los asegurados con la compañía desaparecida que han sufrido un accidente en el que el contrario fue culpable. ¿La razón? Las aseguradoras han decidido hacer esto porque ellas tampoco van a cobrar por aquellos golpes que hayan recibido sus asegurados por parte de conductores que tuvieran una póliza con una empresa desaparecida… Lo único que pueden hacer los ex asegurados con una compañía que haya cerrado es poner reclamaciones ante el Defensor del Asegurado de la compañía contraria -es gratis-. Si de esta forma tampoco reciben su dinero, tendrán que acudir a los tribunales y pagarse un abogado -desde 600 euros-; y para reclamaciones de ‘poco’ dinero, no interesa recurrir a la justicia.
La peor parte se la llevarán aquellos ex asegurados que sean declarados culpables de un siniestro anterior a la fecha de cierre, si ésta es extranjera como en el caso de Ineas. Como ya no tienen una compañía que se haga cargo de las indemnizaciones por daños -y el Consorcio de Seguros, al no ser Ineas una compañía española, no asumirá estas reclamaciones-, la aseguradora del perjudicado les demandará como responsables directos, con lo que tendrán que hacerse cargo -con sus bienes actuales y futuros- de las indemnizaciones por daños materiales y personales».
Nuestra recomendación: antes de realizar ningún trámite, contrata un seguro con otra compañía para evitar problemas.