Al menos, esa es la cifra que, según estimaciones del portavoz del CCN, Benito Codina, supondría la bolsa de petróleo bajo el subsuelo de las islas. Codina asegura que esta misma cifra le ha sido facilitada por las petroleras. El petróleo canario daría para mucho: «Podría contener mil millones de barriles, lo que supondría el hallazgo más importante de España, y la producción futura, que se estima en 144.000 barriles diarios, permitiría al archipiélago apostar por una industria química y petroquímica propia», explica Codina. Según un informe de las compañías petrolíferas, Canarias podría convertirse en uno de los mayores suministradores de petróleo para Europa.
Codina ya se frota las manos pensando en lo que conlleva para una región disponer de tantos combustibles fósiles. El siguiente objetivo es descubrir reservas de gas en el archipiélago: «En el caso de que en el subsuelo marino hubiese gas, los informes técnicos plantean la posibilidad de construir en Canarias una planta de licuación con una inversión de más de 3.000 millones de euros, lo que supondría un espaldarazo inigualable a la economía de las islas, que encontrarían una nueva fuente de ingresos que ayudaría a resolver muchos de los problemas de sostenimiento de los servicios públicos que hoy por hoy tenemos».
La noticia llega al mismo tiempo que el informe de la consultora Bain & Company, que estima que todavía queda petróleo para los próximos 120 años recursis convencionales para cuarenta años y no convencionales para otros ochenta- y que, aunque su consumo ha crecido un 25 % en los últimos tiempos, el recurso cada vez mayor a energías renovables a retrasado su agotamiento, aumentando la base de reservas.