La mayoría identifica a Carl Zeiss como un prestigioso fabricante de lentes para cámaras fotográficas, pero en realidad su negocio va mucho más allá. Fundada en 1846, tiene su sede en Oberkochen (Alemania) y es líder internacional en el campo de la óptica y la optoelectrónica, además de desarrollar y producir planetarios, lentes para gafas y prismáticos, así como soluciones para la medicina, entre otros. En el campo de la óptica, una de sus últimas creaciones se denomina Zeiss Drive Safe, una lentes especialmente adaptadas a la conducción de noche y en condiciones climatológicas adversas.
Según un estudio, el 83 por ciento de los usuarios de lentes oftálmicas utiliza el coche y muchos de ellos presentan problemas de visión con al atardecer, por la noche, con lluvia o con niebla. Este problema se acrecienta debido a los nuevos sistema de iluminación de alta intensidad que incorporan los vehículos, como los faros de xenón y los de ledes. Para ello, la Zeiss Drive Safe incluyen un tratamiento antirreflejante denominado DuraVision DriveSafe, que ha sido diseñado para transmitir un espectro de luz que optimice la protección.
Cabe reseñar que un deslumbramiento puede provocar que una persona pierda la visión durante seis segundos, algo que, circulando a 120 km/h, supone que recorra 200 metros. Las Zeiss Drive Safe consiguen reducir en un 64 por ciento el efecto del deslumbramiento, mejorando la claridad y el contraste en momentos de poca luz y, sobre todo, de media luminosidad, que es cuando más difícil se hace calcular correctamente las distancias.
Además, se ha prestado especial atención a las lentes progresivas, aquellas que necesitan las personas con miopía y vista cansada -presbicia-. Estas lentes se caracterizan por contar con tres zonas de enfoque, a larga, media y corta distancia, con la dificultad que supone el paso de una a otra para el ojo. De esta forma, se ha mejorado un 43 por ciento el área de visión intermedia, y en un 14 por ciento en la visión lejana.
Las probamos
Hemos podido experimentar en primera persona las Zeiss Drive Safe, con unas lentes monofocales. La diferencia frente a unas convencionales es notable, con una importante reducción de los reflejos procedentes de otros vehículos o de luces de la propia carretera. Además, el cansancio que experimenta la vista es mucho menor, no solo a la hora de conducir, sino también en las tareas cotidianas como estar delante de la pantalla del ordenador durante mucho tiempo; de hecho, el objetivo de Zeiss es ofrecer unas lentes optimizadas para conducir, pero que también cumplan su función cuando no estamos al volante.
