
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya declaró la nulidad de esta tasa en 2007, impugnada por organismos como el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) y la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución. Ahora, el Supremo ha rechazado el recurso interpuesto por el Ayuntamiento. Como se declara definitivamente que la tasa ha sido nula durante todo ese tiempo, los madrileños afectados podrán reclamar la devolución de su dinero, con lo que el Ayuntamiento ahora podría tener que reembolsar hasta 197 millones de euros.
En 2005, el Ayuntamiento de Madrid revisó las tasas de vado e impuso unas cantidades que, en algunos casos, eran más del doble de lo que los vecinos habían estado pagando hasta entonces. El Consistorio alegaba que hasta ese momento se habían producido «situaciones de injusticia fiscal», ya que el número de coches que se beneficiaban de un vado o la capacidad del garaje en cuestión no influía en la tasa a pagar por su propietario. A partir de ese momento, el Ayuntamiento dejó de tener en cuenta exclusivamente los metros lineales de acera ocupados por el vado y añadió otro criterio: Los metros cuadrados que mide el garaje.
CEA, además de considerar que la verdadera razón del cambio era recaudatoria, entendía que las dimensiones de las propiedades de cada uno ya están gravadas por el Impuesto de Bienes Inmuebles, por lo que no era motivo suficiente para subir la tasa de vado. Tampoco valía que el Ayuntamiento alegara el mayor desgaste de acera si se usan más coches, dado que la normativa municipal ya obligaba a correr con los gastos de reparación de la acera al beneficiario del vado.