Seguro que alguna vez al ver un coche eléctrico o híbrido has pensado -o comentado- sobre lo silencioso de su funcionamiento. ¿Alguna vez te has llegado a plantear que eso puede suponer un peligro para, por ejemplo, los peatones al cruzar? Para evitar situaciones de riesgo, este 9 de marzo se ha aprobado un reglamento de la ONU que obliga a instalar en este tipo de vehículos dispositivos o sistemas acústicos que alerten de su presencia, ya que el ruido generado por éstos es insuficiente para percatarnos de que están en marcha.
Y es que el ruido generado por los motores de combustión interna -gasolina y diésel-, a pesar de contribuir negativamente al aumento de la contaminación acústica, proporciona información útil al peatón, pues nos permite saber que están ahí. Así, nos alertan de los peligros potenciales, facilitando su evasión. Por el contrario, la ausencia de sonido constituye un riesgo para la seguridad de los peatones, especialmente para los invidentes o con visibilidad reducida, hecho que se acrecienta a la hora de aparcar el coche o circulando a bajas velocidades.
En este sentido, el Foro Mundial para la Armonización de la Reglamentación sobre Vehículos de UNECE -o WP.29- ha adoptado el Reglamento en vehículos silenciosos de transporte por carretera -o QRTV por sus siglas en inglés-. Éste establece que el sistema generador de ruido artificial –Sistema Acústico de Alerta para Vehículos o AVAS-tendrá que estar siempre activo entre 0 y 20 km/h, teniendo en cuenta que a más velocidad el rozamiento de las ruedas con el asfalto es suficiente. Por último, este sistema deberá emitir un volumen de señal mínimo de 50 dB hasta 10 km/h, 56 dB hasta 20 km/h y 47 dB durante la marcha atrás -para identificar cada nivel con una velocidad-.