En los últimos años estamos asistiendo a un cambio importante en la industria automotriz como es la electrificación de los motores de los vehículos. Muchos fabricantes optan por una transición ‘dulce’, ofreciendo una amplia variedad de mecánicas -de combustión interna, de hidrógeno, híbridos, eléctricos, etc.- en su gama que seguramente terminará en una oferta conformada únicamente por motores eléctricos. Eso sí, para esto último todavía quedan bastantes años; sin embargo, Smart ha decidido que quiere anticiparse al futuro y dejar de vender coches con propulsor de gasolina.
Y así lo hará a partir de este verano en Estados Unidos y en Canadá, en donde reducirá su gama a coches con motor eléctrico. Ni siquiera híbridos. De esta forma, eliminará radicalmente y de un plumazo las mecánicas de gasolina -recordemos que en la generación actual de productos de la firma alemana ya no hay motores diésel, a los que renunciaron por propulsores de gasolina de baja cilindrada-. Además, los dos únicos modelos que estarán disponibles serán el Smart ForTwo Coupé y el Smart ForTwo Cabrio -el ForFour no se comercializa al otro lado del ‘charco’-.
Sea como fuere, las ventas de las que Smart goza en aquel territorio no son ni mucho menos masivas, ya que durante todo el año 2016 matriculó solamente 6.211 unidades, de las que aproximadamente el 10% incorporaban un propulsor eléctrico. Quizá sea precisamente el motivo de esta decisión: apostar por un mercado creciente y dejar de lado los motores de combustión interna que, por otro lado, tampoco es que le hayan dado muchas alegrías a la marca en Norteamérica, al menos comercialmente hablando. ¿Llegará en un futuro también este cambio a Europa?