El Consistorio de Madrid está estudiando la posibilidad de una ampliación de la zona de aparcamiento regulado o SER en la capital de España, implantando este sistema de aparcamiento en zonas con mucha demanda de aparcamiento y poca oferta del mismo. Sin embargo, la aplicación de esta nueva medida no se daría a corto plazo, y sería siempre bajo petición de los vecinos residentes en las zonas en cuestión. Además, no estaría basada en la actual forma de pago por aparcar -en la que la tarifa viene marcada por la contaminación del propio vehículo y el nivel de ocupación de la zona en tiempo real-, sino que se centraría en sanciones a los no residentes y/o no autorizados.
Los lugares que darían el pistoletazo de salida a esta ampliación serían los que poseen “condiciones objetivas de ocupación, necesidad de rotación y un efecto frontera”, refiriéndose este último punto a ubicaciones colindantes con otras en las que ya se encuentran activos los parquímetros. No obstante, tres de las zonas que suenan con fuerza de cara a la implantación de este nuevo sistema de aparcamientos son la parte alta de la calle Alcalá, Puente de Vallecas y Arturo Soria, ya que tienen “índices de comercio y vecinos muy amplios”.
Por su parte, Inés Sabatés, delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, ha señalado que esta decisión no tendría un afán recaudatorio, buscando orientarla en la medida de lo posible a una reducción de emisiones en las zonas congestionadas por el tráfico. Además, otra de las opciones sería controlar en mayor medida el sistema de carga y descarga, revisando la duración máxima permitida para vehículos autorizados y la extensión temporal para servicios sanitarios de cara a facilitar el aparcamiento tanto a pacientes como a familiares.