TraveSeat: de Madrid a Barcelona con un 600 en cinco días

Por segundo año consecutivo, TraveSEAT600 ha organizado una ruta para todos los que quieran disfrutar del Seat 600, sin duda alguna el coche más mítico y popular de los que han recorrido nuestras carreteras. Nosotros hemos participado con nuestro ´zamorano´.


Llegó subido en una plataforma desde Zamora, después de una de las pocas nevadas que ha habido este invierno. Aparentemente, su estado era más que aceptable, y no era para menos: hasta la fecha había estado en manos del mismo dueño que lo compró en su día, el 1 de abril de 1970. Y no era sólo por una cuestión de mimos, sino de mantenimiento: él era mecánico, así que la mecánica estaba en perfecto estado.

Así que bastó con una revisión para inscribirnos en la TraveSEAT600 de este año, una aventura en la que finalmente han participado 116 Seat 600 y que ha ido de Madrid a Barcelona en cinco días. Lógicamente, el viaje ha sido similar a los viajes de la época: por carreteras secundarias.

El primer día, nuestro 600 arrancó desde el madrileño circuito del Jarama para acabar la jornada en Cuenca, después de recorrer toda la N-320 y pasando por Guadalajara o Sacedón. Nuestro ´zamorano´ no acusó mayor problema, si bien la asistencia de Seat nos tuvo que realizar una pequeña intervención en la salida del Jarama para abrir la trampilla que permite una mayor refrigeración del motor. La varilla que la abre y la cierra se nos había roto. Pero contar con la ayuda de los chicos de Seat Históricos, unos mecánicos formados en Seat Sport y que se han encargado de la asistencia del equipo oficial en el Mundial de Rallyes o en el de Turismo es garantía de éxito, y apenas unos minutos nuestro 600 estaba camino de Guadalajara. ¡Muchas gracias, amigos!

Tras pasar la noche en la ciudad de las Casas Colgadas, era momento de poner rumbo hacia Teruel después de cruzar la sierra de Albarracín. Medio litro de aceite fue la única operación de asistencia que requirió nuestro 600, que volvió a cubrir la etapa sin mayor problema.

La tercera etapa ponía rumbo a Peñíscola desde Teruel, y de nuevo nuestro 600 llegó sin mayor contratiempo. Eso sí, en su pequeño maletero cada vez había más amistades, las de todos aquellos que realizaban la TraveSeat con nosotros. Y, también, quedaba hueco para todas las muestras de cariño que recibíamos al paso por cada población.

Peñíscola- Tarragona-Vilafranca del Penedés fue la cuarta etapa, un recorrido de 196 kilómetros en el que nuestro ´zamorano´ cada vez se mostraba más pletórico. Los 25 CV de su pequeño motor de cuatro cilindros en línea y 767 centímetros cúbicos le permitían llanear sin problemas a unos 80-90 km/h, y con el acelerador a fondo y condiciones favorables incluso era probable ver cómo la aguja del velocímetro se asomaba a los 120 km/h.

El quinto día arrancó de nuevo en Vilafranca para terminar en Barcelona, destino al que llegaron todos y cada uno de los 116 Seat 600 inscritos, si bien en algunos casos esto fue posible, de nuevo, gracias al equipo de Seat Históricos.

Ahora, ya estamos pensando en la próxima aventura: será en septiembre, y el objetivo será reunir a 600 Seat 600 en el circuito catalán de Montmeló.


 

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