
Los ingenieros detrás del proyecto calculan que el gasto anual de 70 hogares medios permitiría al coche recorrer 16.000 km. con semejante fuente de energía, generada en gran parte por los excrementos humanos.
GeneCo, una filial de la citada emprsesa Wessex Water, fue la proveedora del equipo necesario para tratar el gas metano de la planta de aguas residuales de Avonmouth, en Inglaterra. «Queríamos aprovechar el gas sobrante que teníamos disponible de una forma sostenible y eficiente», dijo un portavoz de la compañía. «Decidimos hacer funcionar un vehículo con ese gas, ofreciendo una alternativa sostenible a los combustibles fósiles en los que tanto nos basamos».
Y lo que es todavía más sorprendente: «Rinde como un coche normal. No te darías cuenta de que está alimentado por biogas». Por supuesto, el coche no emite ningún olor desagradable a causa del combustible que usa.
La clave para poder usar biogas como combustible sin condicionar el rendimiento del vehículo está en la eliminación del dióxido de carbono: De ahí que el metano tenga que estar procesado. Las cifras de este Beetle modificado son para quitarse el sombrero: Llega a alcanzar los 180 Km/h y es capaz de aguantar 400 km. sin repostar ni una gota de su combustible de curioso origen…
Sin embargo, el Beetle no es el primer modelo de Volkswagen que flirtea con el biogas: En mayo informábamos de los logros del Scirocco en las 24 horas de Nürburgring con un combustible de este tipo.
De momento el coche ya se ha paseado este mes por las calles de Bristol. Esta apuesta por los combustibles de bajas emisiones ha sido llamada por sus creadores «Bioescarabajo».
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