El calor es un elemento clave a la hora de sufrir averías en los vehículos, pues acentúa la posibilidad de sufrir una en caso de no llevar un mantenimiento riguroso. Así lo ha determinado un estudio elaborado por el RACE -Real Automóvil Club de España-, que este verano ha atendido más de 2.000 averías diarias en carretera. Estas cifras han supuesto un aumento del 1,2% con respecto a las del año anterior, con casi 100.000 conductores que han necesitado ayuda, algo en lo que también ha influido una mayor antigüedad del parque automovilístico.
De esta manera, las causas que más han motivado la necesidad de asistencia en carretera han sido la batería, los neumáticos, los fallos de motor y los accidentes de tráfico. Curiosamente, unos 1.500 usuarios han tenido que pedir ayuda por haberse equivocado de combustible al repostar, en cuyo caso es fundamental no arrancar ni mover el vehículo para evitar daños en la bomba de gasolina o en el circuito. Muchos de estos errores son humanos o derivados de un mantenimiento insuficiente, por lo tanto, en la mayoría de casos se podrían evitar.
Además, los problemas estuvieron relacionados con el líquido del embrague se incrementaron en un 40%, y los que tenían que ver con el líquido de frenos en un 34%, lo cual evidencia de nuevo la importancia de realizar el mantenimiento recomendado por el fabricante. Del mismo modo, la comprobación del neumático de repuesto se vuelve indispensable, pues unos 500 conductores descubrieron que se encontraba en mal estado al hacer uso de ella.
Por último, es importante recordar la necesidad de llevar a bordo los elementos básicos que nos permitirán realizar tareas simples y continuar nuestro camino sin incidencias, como un juego de lámparas de repuesto, un gato, una llave inglesa, tuercas de seguridad, el chaleco reflectante, los triángulos de emergencia y lo más importante: tener a mano el teléfono de asistencia en carretera por si fuera necesario.