Llega el calor y por ende siempre que salimos con el coche tratamos de buscar una sombra para aparcarlo, y que no parezca una sauna sobre ruedas cuando vamos a cogerlo de nuevo. Normalmente, las mayores sombras y más codiciadas son las de los árboles, pero tal vez no sea el mejor sitio donde aparcar.
Resulta que muchos de los árboles, especialmente si son coníferas, comienzan a segregar resina durante la primavera y el verano. Esta sustancia pegajosa puede manchar todo lo que se encuentre próximo. Los coches no son una excepción, por lo que esta sustancia termina en la carrocería de los vehículos y su retirada puede llegar a resultar bastante tediosa.
Por ello, vamos a darte unos consejos para evitarla y que, en caso de que termine en tu vehículo, puedas eliminarla sin dañar la pintura.
En primer lugar, aunque es un poco obvio, procura evitar aparcar en zonas con árboles, especialmente coníferos. Si no estás seguro de si el árbol que cubre tu coche produce resina o no, sal y observa los vehículos próximos al tuyo, en caso de que los haya. Identificar la resina o la savia es bastante sencillo, ya que son pequeñas gotas pegajosas que se adhieren a la pintura de los coches y, en ocasiones, pueden llegar a tener tonos amarillentos.
Si ves que los vehículos cercanos están excesivamente manchados de esta sustancia viscosa, será mejor que busques otro lugar para aparcar. Si por el contrario, no te queda más remedio que estacionar en esa zona, no te preocupes, existen diferentes métodos para eliminar la resina de la carrocería.
¿Cómo eliminar la resina?
Lo más importante es actuar rápidamente y tratar de retirar los restos de resina lo antes posible, al igual que sucede con los excrementos de pájaros o los mosquitos, aunque estos pueden resultar mucho más corrosivos que la resina. En caso de haber estacionado el vehículo durante poco tiempo y que la resina que le haya caído sea reciente, puedes intentar retirarla con un paño. Para ello, recomendamos tener siempre alguna bayeta de microfibra en el coche y más cuando se acerca la temporada estival.
Si por el contrario, el coche ha estado durante más tiempo expuesto a esta sustancia, resultará más difícil retirarla con una simple bayeta. Por lo que se recomienda dejar el vehículo al sol, para que la sustancia se reblandezca antes de proceder a lavar el coche.
Con la carrocería caliente, pero sin echar a hervir, podrás lavar el coche como de costumbre. Eso sí, ten cuidado no te vayas a quemar y busca una sombra sin árboles para llevar a cabo esta tarea.
Si ninguno de los métodos anteriores te ha funcionado al 100 %, podrás recurrir a remedios caseros como el aceite, aunque el más recomendado es el agua hirviendo. Como hemos mencionado anteriormente, el calor reblandece la resina, lo que facilita su eliminación. El agua caliente debe verterse zona por zona y exactamente donde hay manchas, para evitar que se expanda por el resto del coche. Pero cuidado con las piezas de plástico, en estas superficies el agua no podrá estar tan caliente, ya que pueden llegar a deformarse.
Una vez derramado el líquido, y con cuidado de no quemarte, puedes frotar la mancha con el dedo (¡no con la uña!) o con un trapo hasta que desaparezca. Si la resina persiste puedes volver a repetir la operación las veces que sean necesarias.
En ocasiones, es posible que quede una marca residual de la sustancia. En ese caso, se recomienda utilizar algún producto quitamanchas, y si es específico para resina o Esencia F (un disolvente indicado para los productos que tengan derivados del petróleo) mejor.
Para evitar tener que realizar este proceso de manera continua, además de evitar aparcar debajo de los árboles, se recomienda proteger el coche con algún pulimento que evite dañar el barniz o la pintura debido a los excrementos de los pájaros, los mosquitos, resina o savia.
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