McAffee pertenece a la división de seguridad informática de la multinacional Intel; advierten que los constructores de automóviles no han protegido lo suficiente los diversos sistemas de comunicaciones que se integran con frecuencia en los nuevos modelos, por lo que son vulnerables al robo, al espionaje de la información que se comparte… y a atentar contra los pasajeros provocando un accidente a distancia. «Si tu ordenador se estropea, tendrás un mal día, pero que tu coche tenga un accidente sería una amenaza para tu vida», ha declarado el ejecutivo de McAffee Bruce Snell, responsable de los vehículos de pruebas que la compañía tiene en Beaverton (Oregón). En dicho garaje, McAffee investiga los posibles errores informáticos que dejen expuestos ante los virus a los automóviles modernos.
De momento, ni la asociación de ingenieros SAE International ni los fabricantes han detectado algún caso de ataque con un virus informático a los sistemas de algún vehículo, pero Ford ha ordenado que su sistema de comunicación Sync lo más resistente posible a los ataques. En 2010, un equipo de informaticos de las universidades de California y Washington realizó pruebas en una pista aérea que demostraron que se podía dañar un vehículo a distancia mediante virus. Éstos se ocultaban en los CD que el conductor introducía en el cargador del equipo de sonido. Los investigadores tuvieron mucha imaginación para pensar posibles ataques: En uno de ellos, de repente, la pantalla del sistema iniciaba una cuenta atrás de sesenta segundos que, al llegar a cero, cerraba el vehículo, accionaba los frenos y apagaba tanto las luces como el motor.
En 2011, este grupo publicó un informe en el que se indicaban las conexiones inalámbricas y los CD reproducidos como fuentes potenciales de virus para el coche. El equipo de informáticos no facilitó qué modelos habían usado, argumentando que los resultados son extrapolables dado la industria utiliza unos pocos proveedores.
Fuente: Reuters