Volkswagen Beetle 2011: nueva esencia

Desde que se lanzó el primer Beetle, en 1938, se han vendido más de 22 millones de unidades en todo el mundo de este mítico modelo. En 1998 y, conmemorando los 60 años del modelo, la marca alemana lanzó al mercado el denominado New Beetle y, en 2005, éste recibió un restyling que afectó principalmente […]


Desde que se lanzó el primer Beetle, en 1938, se han vendido más de 22 millones de unidades en todo el mundo de este mítico modelo. En 1998 y, conmemorando los 60 años del modelo, la marca alemana lanzó al mercado el denominado New Beetle y, en 2005, éste recibió un restyling que afectó principalmente al diseño de faros, parachoques y llantas.
En esta edición 2011, la marca asegura que no queda ninguna pieza del modelo al que sustituye, aunque la estética general resulta similar, respetando los trazos originales. De esta forma, el Beetle ha crecido en longitud –4,27 m por los 4,13 del anterior-, en anchura -1,80 m frente a 1,72- y ha disminuido su altura -1,48 m frente a 1,50-.

Más dinámico, pero mismo diseño
El reto para el equipo de Klaus Bischoff era crear un nuevo Beetle con una silueta que respetara los trazos curvados del -Escarabajo- original, e incluso que fuera aún más similar al original que el New Beetle del 98, confiriéndole unas proporciones más dinámicas. De hecho y, según comenta la marca, -si colocamos el Beetle original y el Beetle 2011 juntos en una sala, y los iluminamos solamente desde arriba, podremos observar que las líneas que siguen la silueta del techo son prácticamente idénticas en la parte trasera-.

Algunos de los rasgos distintivos típicos del Beetle son, naturalmente, el diseño redondo de los faros -que, por primera vez en la gama, pueden contar faros bi-xenón opcionales con luz diurna de Led-s-, marcados guardabarros, un pequeño capó curvado o unos pasos de rueda muy característicos. Este modelo se ofrecerá en doce colores de carrocería diferentes.

Interior menos Beetle
Por dentro, el Beetle toma prestado elementos de otros hermanos de marca como el Golf o el Sciroco, aunque adquiere personalidad propia con la incorporación de paneles que, según el acabado, pueden ir pintados en gris, a juego con la carrocería o imitando la fibra de carbono. También resulta destacable la incorporación de una práctica doble guantera. La instrumentación está formada por tres esferas de diferentes tamaños que recogen la información relacionada con la velocidad, las revoluciones y el nivel de combustible -además de una pantalla con los datos del ordenador de a bordo-. Además, el Beetle cuenta con unos instrumentos adicionales opcionales situados en la parte central superior del salpicadero y que corresponde al indicador de la temperatura del aceite, cronómetro e indicador de la presión de admisión -en los modelos con turbo-. Por su parte, algunos detalles exclusivos de este modelo son un volante específico, así como remate en piano brillante en el revestimiento de las puertas y diferentes biseles cromados. En cuanto al espacio, el habitáculo está homologado para acoger a cuatro ocupantes y el maletero alcanza los 310 litros -100 más que su predecesor-.

Para el mercado europeo, la marca tiene previsto ofrecer este Beetle en tres acabados diferentes –Beetle, Design y Sport– que se podrán combinar con cinco motorizaciones diferentes; las variantes gasolina serán un 1.2 TSI de 105CV, un 1.4 TSI de 160 CV y un 2.0 TSI de 200 CV. En cuanto a los diesel, se podrá elegir entre un 1.6 TDI de 105 CV y un 2.0 TDI de 140 CV. Todos vienen de serie con un cambio manual de seis marchas -excepto el 1.6 TDI, que monta uno de cinco velocidades- y, opcionalmente, todos ellos se podrán asociar al cambio automático de doble embrague DSG.

En lo referente al equipamiento, como elementos novedosos destacan la posibilidad de montar una radio o navegador con pantalla táctil, techo panorámico, llave manos libres, start/stop o el diferencial electrónico XDS asociado a los motores de gasolina más potentes.

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