Windsurf, música y furgonetas

Cualquier furgoneta Volkswagen, de cualquier época, es bienvenida al camping La Ballena Alegre, junto a la localidad costera de Sant Pere Pescador (Girona), durante la gran concentración Furgovolkswagen, celebrada entre el 30 de mayo y el 2 de junio, coincidiendo con el Campeonato del Mundo de Windsurf.


Panxo Pí es el culpable de todo. Como buen surfista, es un apasionado de las furgonetas Volkswagen. Y al igual que sus colegas de afición siempre ha vivido pendiente de la ola, del viento y de las condiciones idóneas para practicar su deporte favorito, con la furgo, medio de transporte y vivienda portátil, siempre dispuesta.

Sin embargo, la T2 California de Panxo era una joya (así se lo hizo saber algún entendido, espantado al ver que los niños se sentaban con sus bañadores mojados en la tapicería original) y la acabó vendiendo cuando se dio cuenta de que no podía seguir sometiéndola a ese tute sin devaluarla seriamente. «Ahora le gorroneo la suya a mi hijo. Es una T4, que no tiene tanto encanto ni te hace sentir tan orgulloso pero le puedes dar mucha más caña».

Panxo Pi, organizador de la Concentración Furgovolkswagen.

Tras diez años preparando reuniones y competiciones de windsurf en la Costa Brava, con el camping La Ballena Alegre de Sant Pere Pescador como cuartel general, finalmente recibió la concesión de una prueba para el Campeonato del Mundo de Windsurf profesional. Curiosamente, las furgonetas VW (entre ellas su California) comenzaron a convertirse en parte integrante de cada reunión.

«Al principio eramos cuatro furgonetas, al año siguiente, dieciocho… Fue entonces cuando decidimos presentárselo a Volkswagen. Entendieron perfectamente la filosofía y, con su experiencia, su marketing, sus iniciativas, crearon una concentración que fue creciendo hasta lo que veis este año, en el que tenemos por encima de seiscientas furgos.»

Para VW ya se ha convertido en un evento imprescindible. Efectivamente, en su undécima edición, la Concentración Furgovolkswagen ha reunido un total de 642 furgonetas (más de 3.000 personas) para vivir un fin de semana loco lleno de actividades para grandes y pequeños, con barbacoas, concursos, magia, música y desfiles. Un inmenso museo vivo en el que no faltan ingeniosas y divertidas puestas en escena y en el que preciosas furgonetas clásicas se mezclan con ejemplares de generaciones más modernas: T3, T4 y T5.

Volkswagen aprovechaba la ocasión para presentar su servicio de restauración Oltimer Center y exponer el modelo más reciente de su división Vehículos Comerciales: El T5 Multivan Outdoor Edition cuenta con tracción total y está disponible con cambio manual o DSG de 7 velocidades y dos motorizaciones, de 114 y 140 CV.

Furgonetas cargadas… de historia

La furgoneta Volkswagen, o ´Tipo 2´ nació en 1950. Como el ´Tipo 1´, el utilitario escarabajo, del que derivaba, la popular furgoneta estaba animada por un motor de cuatro cilindros opuestos, tipo boxer, refrigerado por aire y situado en la parte trasera, por detrás del eje. Por su diseño simpático, su concepción simple, robusta, versátil, y por su precio asequible, fue especialmente bien acogida por familias numerosas. Con excelente penetración en el mercado americano, la entrañable furgoneta prolongó su vida en el mercado de segunda mano convirtiéndose en el medio de transporte favorito, casi el vehículo oficial, de surfistas y jóvenes del movimiento hippy.

La primera generación, conocida como T1, pervivió hasta 1967, siendo sustituida por una evolucionada T2 que crecía en tamaño e incorporaba un parabrisas de una pieza, si bien conservaba la tradicional configuración de motor trasero. La fabricación de esta segunda versión se realizó en Alemania hasta 1979, pero continuó en México hasta 1994 y, prácticamente hasta ahora, en Brasil, interrumpida su producción por el endurecimiento de las homologaciones en materia de seguridad y emisiones. A finales de 2013 salía una última serie especial de 1.200 unidades denominada T2 Kombi ‘Last Edition’. La edición final se distingue por sus rasgos clásicos, como la pintura bicolor y tapicería a juego, neumáticos estrechos con banda blanca, cortinillas en los cristales… y va propulsada por un moderno cuatro cilindros en línea refrigerado por agua, capaz de funcionar con gasolina (78 CV) o etanol (82 CV) indistintamente.

Esta última unidad de la serie –a lo largo de la historia se han construido más de un millón y medio de T2– se destinará a la Exposición Oldtimer de Volkswagen Vehículos Comerciales en Hanóver pero antes hará una gira por Europa cuya primera parada ha sido, precisamente, el encuentro en Sant Pere Pescador.

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