
Este acuerdo de colaboración entre las dos empresas suecas comenzó en 2007, momento en el que unieron sus fuerzas para desarrollar una tecnología que pudieran usar en futuros vehículos eléctricos. Ahora esta colaboración da un paso adelante con la puesta en marcha de este nuevo proyecto, que reducirá considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de combustible.
La gama de vehículos híbridos enchufables montará un motor eléctrico y otro diésel y, a pesar de ser más caros que el resto de la gama convencional, el sobrecoste se recupera con el bajo consumo: por lo general, necesitarán solamente una tercera parte de diésel ya que podrán recorrer grandes distancias en modo únicamente eléctrico. Las emisiones de CO2, por su parte, se reducen a sólo 50 g/km.
Aunque habrá que esperar hasta 2012 para que lleguen estos modelos al mercado, este verano Volvo mostrará tres V70 con esta tecnología, que abre la puerta a un nuevo concepto de híbrido con motor diésel y un sistema eléctrico enchufable.





