La tecnología Wi-Fi Direct se caracteriza por que dos dispositivos pueden conectarse de forma directa, sin necesidad de pasar por un repetidor de telefonía móvil. La ausencia de puntos intermedios o de acceso compartido permite que la conexión se produzca en tan solo un segundo. Un sistema inalámbrico convencional tarda entre siete y ocho segundos en localizar nuestra posición y conectarse.
GM se ha dado cuenta de que, si se integra Wi-Fi Direct en los sensores de detección de objetos de los automóviles, éstos podrán localizar a aquellos viandantes cuyo smartphone esté conectado a Wi-Fi Direct, con lo que el conductor será avisado de que se aproximan, aunque se encuentren en un ángulo muerto y no los pueda ver. Además, los usuarios de los móviles podrán añadir su propia identificación, y el conductor del vehículo podrá estar pendiente de que se aproxime un repartidor, un trabajador de la vía pública, etc. Wi-Fi Direct tiene un alcance de 200 metros.
Un beneficio secundario de incorporar Wi-Fi Direct a los coches es la posibilidad de enviar archivos desde un ordenador al sistema de infoentretenimiento del vehículo de la forma más rápida y sencilla. Además, las comunicaciones con Wi-Fi Direct están protegidas con la tecnología de seguridad en la red WPA2.
General Motors está trabajando en distintos sistemas de comunicación entre vehículos y entre un vehículo y las infraestructuras. Con estos dispositivos, espera poder prevenir todo tipo de accidentes, gracias a que el conductor sepa de antemano el estado de la vía, los vehículos que se pueda encontrar repentinamente parados en la calzada y otros muchos peligros.