Hoy, por fin, tenemos ante nosotros al M5 más radical de todos los tiempos, que lleva un poco más al extremo el concepto de berlina deportiva de cuatro puertas y cinco asientos. Sobre el diseño de esta generación poco tenemos que decir, ya que se mantiene casi sin cambios respecto al prototipo del que deriva: destacan sus llantas de 19 pulgadas, sus grandes entradas de aire para el motor y los frenos en el frontal, el sello M en las branquias con indicadores, el faldón trasero con el difusor entre las dobles salidas de escape, el alerón trasero sobre la tapa del maletero- Se confirma el adiós de los motores atmosférico -el anterior todavía lucía el redondo 5.0 V10- para dar la bienvenida al primer motor turbo en este modelo, un bloque V8 de 4.4 litros que ya conocemos del X6M. En el M5, esta mecánica se estira hasta los 560 CV entre las 6.000 y las 7.000 vueltas, y es capaz de desarrollar un par de 680 Nm desde las 1.500 revoluciones.
Además de superar a la anterior generación en 53 CV, la sobrealimentación también trae consigo una mejora en las prestaciones: ahora es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y de llegar a los 200 km/h desde parado en 13 segundos. La velocidad máxima se mantiene limitada a 250 km/h, aunque con el paquete M Driver opcional se puede desbloquear esta limitación hasta llegar a unos nada despreciables 305 km/h. Y como suele ocurrir siempre que se opta por motores de menor cilindrada y sobrealimentados, no sólo las prestaciones mejoran, sino también el consumo: ahora, el M5 gasta 9,9 litros cada 100 km, una cifra que contrasta con los más de 14 que homologaba su predecesor. A esta cifra contribuye también el paquete de tecnologías Efficient Dynamics, con Auto Start-Stop y sistema de recuperación de energía de las frenadas. También tiene parte de culpa la caja de cambios de doble embrague y siete velocidades, que continúa transmitiendo la fuerza a las ruedas traseras -monta levas en el volante M de cuero-.
Para mejorar la dinámica monta suspensión específica M, regulación activa de los amortiguadores, dirección Servotronic M, control de estabilidad con modo dinámico para limitar la asistencia del ESP, frenos ligeros de alto rendimiento, diferencial autoblocante de deslizamiento limitado en el eje trasero -el comportamiento en curva debe ser sobresaliente gracias a que puede pasar hasta el 100% de la fuerza a una única rueda-, etc. Mediante los mandos situados en el volante se pueden configurar dos set-ups distintos, que modifican la respuesta del acelerador, de la dirección, del cambio, del control de estabilidad, de la suspensión y de la información mostrada en el Head Up Display.
El interior respira exclusividad y deportividad gracias a la instrumentación específica con tecnología Black panel, la consola central cubierta de piel, los asientos deportivos M, la tapicería de piel, los detalles en aluminio, el climatizador automático de cuatro zonas, la luz ambiental- El Head Up Display viene de serie, un dispositivo que se puede combinar con luces adaptativas de xenón, visión nocturna con reconocimiento de peatones, asistente de cambio de carril, alerta de salida involuntaria de carril, visión panorámica, Internet, conexiones para dispositivos móviles y multimedia, información del tráfico, aplicaciones para escuchar la radio a través de Internet y un largo etcétera.