Para explicarnos cómo consigue conducir solo y demostrarnos qué tal funciona, Audi nos ha invitado a uno de los mayores festivales de atascos de Alemania: los que se organizan cada tarde en los nudos de autopistas cercanos a la ciudad alemana de Düsseldorf, situada al noreste de Alemania.
Esas circunstancias ‘muy bien definidas’ son las siguientes:
- Estar circulando por una autovía o autopista en la que exista separación física entre los carriles de ambos sentidos –es decir, tengan una mediana.
- Debemos estar circulando en un atasco… es decir, con varios coches circulando por delante nuestro.
- La velocidad debe de ser interior a 60 km/h.
Dicho de otra forma, el Audi A8 será capaz de conducir ‘solo’ en atascos de autopista. Su conductor podrá quitar los pies de los pedales, soltar el volante y dedicarse a cualquier otra cosa, como por ejemplo ver una película o consultar el correo. Sin embargo, el conductor debe permanecer en su asiento y preparado en todo momento para retomar la conducción una vez que las condiciones en las que el Audi AI Piloted Driving es capaz de conducir de forma autónoma.
Por lo general, esto significa que una vez que la velocidad de la corriente circulatoria supera los 60 km/h, o que se va a acabar la autopista (por ejemplo, porque llegamos a un cruce regulado por semáforo a la entrada de una ciudad), el coche requiere al conductor para que retome los mandos, algo para lo que dispone de unos quince segundos. Si no lo hace, el coche trata de llamar su atención tensando los cinturones y pegando unos frenazos leves y, si todo falla, asume que le ha pasado algo grave y detiene el coche de forma segura, activa las luces de emergencia y llama al 112.
Como el conductor tiene que estar preparado para tomar el control en cualquier momento, el Audi AI Piloted Driving incorpora una cámara en la instrumentación que monitoriza la ‘disponibilidad del conductor’, comprobando que, por ejemplo, no cierra los ojos porque se ha quedado dormido.
Eso no significa que el Audi AI Piloted Driving sea capaz de llevarnos de un punto a otro. De hecho, este sistema está diseñado sólo para circular en atascos y cuenta con muchas limitaciones. No funciona, por ejemplo:
- Si la autopista no tiene medianas de separación.
- Por encima de 60 km/h
- Si no estamos en un atasco
- Si nos acercamos a una bifurcación
- El sistema no es capaz de cambiar de carril de forma autónoma
- Si en algún momento el sistema ‘se siente inseguro’ y considera que ya no se dan las condiciones para la conducción autónoma
Durante nuestra prueba, recorrimos alrededor de 25 km en atascos, y el sistema sólo se desconectó en dos ocasiones. La primera, porque un coche de un carril adyacente se acercó demasiado a nosotros. La segunda, porque nuestro conductor, Simon Ulbrich, encargado del departamento de automatización de la conducción de Audi, decidió intervenir y tomar el control del vehículo cuando una furgoneta realizó un cambio de carril muy agresivo justo delante de nosotros, obligando al coche a realizar lo que casi podría denominarse una frenada de emergencia.
Si Simon no hubiera intervenido, no habríamos chocado… el sensor LIDAR delantero es tan infalible que se puede asegurar que es imposible que un coche dotado de este sistema choque contra algo circulando a menos de 60 km/h. En el vídeo que encabeza este artículo se pueden ver ambos momentos.
El resto del tiempo, el Audi AI Piloted Driving hizo exactamente lo que se esperaba de el: conducir siguiendo al coche de delante, parando y arrancando con suavidad y manejando la dirección con absoluta naturalidad. Apenas habían pasado un par de minutos cuando ya nos habíamos olvidado por completo que era el coche el que se estaba ocupando de conducir. El funcionamiento del sistema es tan bueno que muchos conductores considerarán un auténtico fastidio que se termine un atasco.
Muchos estaréis pensando que marcas como Tesla ofrecen desde hace tiempo algo similar al Audi AI Piloted Driving. Sin embargo, existe una diferencia clave: el sistema Autopilot de Tesla, al igual que los asistentes de atascos que ofrecen ya marcas como Mercedes o BMW son sistemas de Nivel 2; sistemas de asistencia al conductor en los que no está previsto que el conductor deje de prestar atención a la conducción en ningún momento, y en los que el conductor es el único responsable de lo que le ocurra a él y a otros usuarios de la vía.
Por el contrario, en el caso de un sistema de Nivel 3, el coche es el responsable de la conducción mientras el sistema está activo… y el fabricante garantiza que su sistema no va a chocar contra nada ni a provocar ningún accidente.
Desde luego, no podemos emitir un juicio final sobre el sistema sin probarlo antes en condiciones de trafico real en España, un lugar donde los conductores se comportan de manera sensiblemente menos civilizada que en Alemania.
Y precisamente, eso de probarlo va a tener que esperar unos cuantos meses (puede que más de un año) porque, aunque Audi tiene el sistema preparado, actualmente la conducción de Nivel 3 es ilegal en Europa: aunque la convención de Viena ha sido modificada para permitir que un coche funcione de forma autónoma a más de 10 km/h (con la condición de que el conductor pueda retomar el control en cualquier momento), la normativa de homologación UN-R 79 (que detalla cómo pueden ser los sistemas de dirección) está reformándose en estos momentos.
Si todo va bien, el Audi AI Piloted Driving debería ser legal en Alemania a principios de 2018, e irse legalizando en el resto de países europeos a lo largo de ese año. Aunque ya se sabe que las cosas de palacio… van despacio.