Prueba del Alfa Romeo Giulia 2.0T: la versión más asequible de la gama

Miguel Tineo
Miguel Tineo
Nos subimos a la variante de gasolina más asequible de la gama del Alfa Romeo Giulia. A la venta desde 35.035 euros. No defrauda.


Alfa Romeo ha comenzado la comercialización de nuevos motores de la gama Giulia. En esta ocasión, hemos probado la versión básica de gasolina, si bien en el caso de esta berlina italiana «básica» significa contar con un motor 2.0 turbo de 200 CV asociado a un cambio automático secuencial de ocho relaciones y tracción trasera.

Por dentro, el Giulia es similar a cualquiera de sus hermanos de gama. La mayor diferencia está en las generosas levas del cambio, mucho más grandes y cercanas al volante de lo habitual –opcionales en el acabado Super por 2.450 euros; incluye suspensión adaptativa y diferencial autoblocante-, y las grafías específicas del cuentarevoluciones.

Así, el Giulia tiene un diseño deportivo y salpicado de detalles modernos, como la pantalla central en color. Su calidad de acabados es bastante buena, destacando especialmente por los plásticos de la mitad superior del salpicadero.

La postura de conducción es deportiva, pues se puede ir sentado muy bajo, con las piernas estiradas y el volante en una posición más vertical de lo habitual en este tipo de berlinas. Si te gusta este tipo de puestos de conducción, el Alfa es perfecto. Sin embargo, si prefieres ir sentado en una posición más elevada, un Audi A4 puede resultar más cómodo. La distribución de mandos es sencilla y todo se maneja de forma lógica. Tampoco distrae demasiado en marcha.

Alfa Romeo Giulia interior

Por espacio, detrás irán bien dos personas adultas, mientras que una tercera ya no lo irá tanto: la plaza central es un poco incómoda y el túnel central, algo voluminoso. Con 480 litros, el maletero ofrece una buena capacidad, situándose a la altura de sus rivales.

Cómo es en marcha

En marcha, el Giulia logra un buen compromiso entre sencillez de conducción y hasta cierta comodidad cuando se circula en condiciones normales y un carácter bastante deportivo cuando se exploran sus posibilidades mecánicas. Parte de la culpa la tiene el sistema DNA, que modifica parte de la personalidad del coche girando el mando circular que hay junto al cambio. Así, la dirección varía su grado de asistencia, el cambio actúa más o menos rápido y la respuesta del acelerador se hace más o menos instantánea en función de si se opta por la función D -Dynamic-, N -Normal- o A -All Weather, pensada para circular con lluvia, por ejemplo-. En nuestra unidad, equipada con suspensión activa, también varía la dureza.

Alfa Romeo Giulia exterior

Independientemente de esto, el nuevo motor 2.0 turbo destaca por su contundente y progresiva respuesta desde poco más de ralentí hasta cerca de las 6.000 rpm. Empuja con una intensidad propia de un motor aún más potente, y no se aprecia retraso alguno en la respuesta del turbo. A ritmo tranquilo, su funcionamiento es sedoso, con un nivel sonoro y de vibraciones muy bajo. Si se opta por apurar las marchas, su sonido se vuelve más rabioso y deportivo, pero nunca molesto.

Alfa Romeo Giulia interiorEl cambio de ocho relaciones tiene un funcionamiento excelente. Suave en los programas N y, sobre todo, A; el D transmite un pequeño tirón cuando sube de marcha, debido a la gran rapidez con la que actúa. Además, en posición secuencial se comporta casi por completo como un cambio manual, pues no sube de marcha hasta que no lo ordena el conductor aunque el motor esté ya en el corte de inyección y porque permite reducir de marcha incluso a regímenes relativamente elevados, donde otras cajas no permiten hacerlo.

El otro punto fuerte del Giulia es su comportamiento. Este Alfa cuenta con un eje delantero ágil, capaz de cambiar de dirección con mucha rapidez. Al mismo tiempo, es muy preciso, y sus reacciones son tan nobles como predecibles. Pese a tener propulsión trasera, la capacidad de tracción es muy buena, y no complica la conducción incluso a ritmo elevado.

Alfa Romeo Giulia trasera

La suspensión tiene una puesta a punto muy acertada: absorbe bien las irregularidades del terreno, controla sin problema las oscilaciones de la carrocería y, además, resulta razonablemente cómoda. También destacan los frenos con pinzas de cuatro pistones: frenan mucho y resisten muy bien la fatiga en condiciones exigentes.

Por precio, el Giulia se coloca cerca de sus grandes rivales alemanes -BMW Serie 3, Audi A4 y Mercedes Clase C- a igualdad de motor, pero su relación precio-equipamiento de serie es mejor. Aquí puedes ver sus precios.

 

 

Alfa Romeo Giulia