Allan Simonsen: Un piloto capaz pero desconocido

El mundo del automovilismo llora la muerte del piloto Allan Simonsen el pasado sábado en las 24 Horas de Le Mans. Su carrera deportiva fue discreta pero competente. Pero la FIA trabaja incansablemente por que cada vez haya menos noticias como ésta.


Nacido en la ciudad danesa de Odense el 5 de julio de 1978, a los diez años Simonsen ya competía en kars. Sin embargo, no fue hasta el año 1997 cuando disputó la Fórmula Super A, siendo subcampeón en 1998.

En 1999 aterrizó en la Fórmula Ford británica, pero dos años después se quedó sin patrocinio para seguir adelante. Simonsen encontró su sitio en las carreras de resistencia. Ha corrido en las siete últimas ediciones de las 24 Horas de Le Mans y, aunque en cinco de ellas no logró terminar, siempre que lo hizo acabó entre los tres primeros de su categoría –en ambas ocasiones (2007 y 2010), la GT2-. Se ha puesto al volante de los prototipos de las firmas más emblemáticas: Aston Martin, Porsche, Ferrari, Lola€

Aston Martin Racing se ha negado a hacer comentarios sobre el accidente hasta no haber completado su propia investigación. Simonsen se salió de la pista en la curva Tertre Rouge sin haber entrado en contacto con ningún otro coche. En vez de retirarse, el equipo completó la carrera a modo de homenaje, tras ser animado a ello por la propia familia de Simonsen.

La muerte de Allan Simonsen el sábado lo convierte en el 22º piloto que pierde la vida desde la primera edición de las 24 Horas, en 1925, cuando Marius Mestivier hizo un trompo por el que acabó chocando y André Guilbert sufría un accidente camino del circuito, con el vehículo con el que iba a correr. En la edición de 1972 murió el sueco Jo Bonnier, ganador de un gran premio de Fórmula 1. Pero el accidente más tristemente célebre es el de 1955, en el que el Austin-Healey de Lance Martin sirvió de catapulta para el Mercedes 300 SLR de Pierre Levegh. El choque resultante de Levegh contra un banco de arena provocó que saltaran muchas piezas hacia las gradas, matando a 83 espectadores. El accidente llevó a Mercedes a abandonar toda competición hasta su regreso en los años noventa.

Hacía 27 años –desde 1986- que no se producía un accidente mortal en plena carrera de las 24 Horas de Le Mans. En aquella ocasión, fue Jo Gartner quien perdió la vida. En 1997, Sébastien Enjolras también pereció tras otro accidente, pero éste se produjo durante las tandas de preclasificación para la prueba.

No obstante, el hecho de que no se hubiera producido ninguna muerte en Le Mans en los últimos 16 años dice mucho a favor de la cruzada por la seguridad de la FIA en todas las competiciones que regula. Sin ir más lejos, en el reglamento de la categoría LMP1 esto se ha traducido en exigir un alerón delantero en posición más baja –reduce las probabilidades de que el coche salga volando al impactar contra el que tenga delante-, unos tirantes más resistentes para evitar que las ruedas salgan despedidas, paneles laterales fabricados con materiales de alta resistencia como el Zylon

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