La informatización que están sufriendo los coches en sus últimas generaciones recibió un serio aviso de pirateo a través de una investigación en julio de 2015. Ésta terminó con dos hackers pudiendo controlar la mayoría de las funciones de un Jeep Cherokee a través de su sistema de infoentretenimiento Uconnect. Si dicho modelo no era apto para conducir de manera autónoma, ¿qué pasará cuando haya vehículos que no necesiten conductor a la venta? Para evitar que puedan ser dominados de manera remota y no permitida, la empresa estadounidense IBM se ha puesto manos a la obra.
La llegada de este tipo de automóviles está prevista, aproximadamente, para 2020, que es cuando IBM tiene pensado también haber terminado el ´antivirus del coche conectado´. Este sistema ha sido presentado en la IBM BusinessConnect 2016 a través de un simulador, que se basa en un Smart Cabrio que intenta ser atacado informáticamente -ya sea para robarlo o para manejarlo sin estar a sus mandos-. Y es que un ´pirata´ solamente necesita la conexión Bluetooth o Wi-Fi del coche para que éste sea vulnerable a los ataques. De esta forma podría cambiar la información que se muestra en las pantallas, frenar y acelerar, entre otras funciones.
La tecnología ideada por IBM utiliza el sistema de ciberseguridad QRadar, también usado para evitar intromisiones en el correo electrónico, por ejemplo. Gracias a él, el coche puede detectar si el acelerador está siendo pisado por un humano o recibiendo la orden de acelerar desde un ordenador, permitiendo bloquear esta última acción.
Además, servirá igualmente para evitar la clonación de llaves digitales -en un futuro próximo se podrá abrir el coche desde el teléfono móvil-, para proteger a los conductores frente a un rastreo a través de la información proporcionada por el GPS y para combatir ataques terroristas con coches autónomos como protagonistas.