Para realizar esta investigación, Audi se ha unido a la empresa de biotecnología de Massachussets Joule Unlimited, que lleva tiempo trabajando con energías renovables, agua y CO2 para encontrar nuevas formas de alimentar los motores de los automóviles.
El proceso de fabricación pasa por crear combustibles a partir de agua y dióxido de carbono, con la ayuda de energía solar. Los microorganismos unicelulares utilizados realizan el mismo proceso de fotosíntesis oxigénica que las plantas: Se sirven de la luz del Sol y del CO2 para multiplicarse, liberando oxígeno tras el proceso. El hallazgo de los científicos de Joule ha consistido en conseguir que estos microbios sinteticen etanol y compuestos del diésel como los alcanos.
El resultado es el e-etanol, con las mismas propiedades que el bioetanol pero sin haber tenido que recurrir a la biomasa para producirlo, con lo que se acaba con el problema alimentario que hoy en día crea este tipo de combustible. Se puede mezclar sin ningún problema con la gasolina fósil. Por su parte, el e-diesel será un combustible sintético que no contendrá azufre ni aromas propios del gasóleo, ya que no será un derivado del petróleo. Audi y Joule esperan tener listas las primeras cantidades de e-diesel para finales de 2013. Aunque el e-etanol ya se está fabricando en una planta piloto, Audi está construyendo una nueva planta de demostración en Nuevo México, donde se podrá aprovechar la fuerte radiación solar que recibe la región.
Audi espera poder comercializar estos nuevos combustibles sintéticos en un plazo máximo de cinco años. Las patentes pertenecen a Joule Unlimited desde el año pasado, pero Audi se ha hecho con los derechos exclusivos para usarlo en el sector del automóvil. A cambio, la firma de los cuatro anillos contribuirá a desarrollarlos.