Se ha celebrado en el Audi Museum Mobile los días 25 y 26 de marzo y ha reunido a estudiantes de informática, ingeniería eléctrica e ingeniería mecánica, en 10 equipos que han competido entre sí en un acto público. Audi les ha proporcionado a todos ellos el mismo «hardware», un Q5 a escala 1:8 y ellos debían desarrollar el software. Según Björn Giesler, uno de los organizadores de la competición: «Servirá como laboratorio de pruebas para el software desarrollado por estos jóvenes expertos. Intersecciones, tráfico en sentido contrario, maniobras difíciles de aparcamiento y obstáculos que aparecen de repente pondrán a prueba la precisión de su programación».
Los coches van equipados con un motor eléctrico que los mueve hasta 40 km/h, con tracción a las cuatro ruedas. Se entregaron a los equipos con un software básico y los equipos deben desarrollar su propia arquitectura de software capaz de procesar los datos recogidos por los diferentes sensores, interpretar cada situación y controlar el coche en consecuencia. Ganaba el que realizara la prueba en menos tiempo y con menos errores. Los premios, 10.000€ para el ganador, 5.000€ para el segundo y 1.000€ para el tercero. Según Giesler, algunos de los retos con los que se encontrarán los participantes son muy similares a los encontrados en el desarrollo de los automóviles de producción en serie. «Los sensores de medición tienen que funcionar con la misma precisión que en sus hermanos mayores. Estamos deseando ver las innovadoras propuestas que aportarán los estudiantes».