La marca japonesa Toyota acaba de presentar en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos una nueva caja de cambios manual que cuenta con algunas funciones automatizadas. Con ella, el conductor maneja la transmisión igual que en cualquier cambio manual convencional, si bien cuenta con un sistema de control electrónico que puede corregir al piloto a la hora de engranar la marcha correcta o dominar la caja de cambios al completo si el humano comete ciertos errores en su conducción.
Estos automatismos servirían para proteger la mecánica de la transmisión y evitar electrónicamente, por ejemplo, descensos bruscos de marchas que pusiesen en peligro también al motor, como pasar de quinta marcha a primera a gran velocidad. Además, también tendría la capacidad de insertar el punto muerto en una frenada de emergencia, facilitando la maniobra al conductor al tener que preocuparse nada más por pisar el pedal del freno a fondo, pudiendo olvidarse del embrague.
De igual modo, podría insertar la marcha correcta si no es la que estamos utilizando -en este caso se supone que seguiría las directrices del indicador de marcha óptima-; es decir, no permitiría circular en una marcha larga a baja velocidad o en marchas cortas a altas velocidades, con el motor muy revolucionado. Lógicamente, también evitaría que el coche se calase y ayudaría a mantener a raya el consumo. No obstante, el conductor perdería cierta ‘libertad’, ya que no tendría una capacidad de decisión al 100% sobre los cambios.
En cualquier caso, es una completa incógnita si llegará a comercializarse en un futuro próximo o no, aunque todo apunta a que se trata de un elemento que ayudará a Toyota en el desarrollo de sus futuras cajas de cambio. Por tanto, no debería estar prevista su implementación en coches de producción, al menos durante los siguientes años.