Los 5 chivatazos de tu vehículo a los que debes estar atento para saber si tienes que ir al taller

El coche nos puede dar indicativos de que algo no funciona bien; por ejemplo, a través de los testigos, el humo que echa, si genera algún ruido... y es importante saber qué hacer ante estas situaciones

Tener el coche en perfecto estado es la mejor forma de evitar accidentes. En ocasiones, nuestro vehículo nos da chivatazos a través de los testigos, el humo que echa o cualquier otra cosa rara que percibimos y que nos advierte de que algo no funciona de manera correcta. Ante cualquiera de estas advertencias se recomienda llevar el coche al taller, porque es una forma de evitar un posible empeoramiento, ya sea una avería más grave, un mayor precio del arreglo, más tiempo en el taller o un posible accidente.

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Reconociendo la importancia de detectar posibles problemas mecánicos a tiempo, Norauto, cadena de mantenimiento integral del automóvil, ha creado un listado de aquellos puntos clave a los que los conductores deben prestar especial atención:

chivatazos

1.- Testigos iluminados

Uno de los primeros chivatazos que pueden indicar un fallo en el automóvil son los testigos luminosos en el panel de instrumentos. Aunque cada marca emplea una simbología específica para los testigos, todos suelen seguir un patrón común.

Es crucial prestar atención al color de los testigos, ya que puede dar indicios sobre la gravedad de la avería. Si en alguna ocasión se te enciende un testigo en color rojo debes parar el coche lo antes posible, puesto que la avería puede resultar grave. No sigas conduciendo hasta el taller, detente en un lugar seguro y solicita asistencia técnica para proceder a su traslado.  Eso sí, no confundas los testigos rojos con el del cinturón de seguridad o el freno de mano, los cuales también son de este color, pero no revisten gravedad, sino que funcionan como aviso.

En caso de que el testigo sea amarillo o ámbar, puedes continuar conduciendo, pero se recomienda llevar el coche al taller a la mayor brevedad posible. Forzar el automóvil podría ocasionar un daño mayor y poner en peligro su funcionamiento.

Los testigos blancos, azules o verdes no son preocupantes, ya que suelen ser meros avisos, pero ante cualquier duda consulta el manual de instrucciones del coche en el que te aparecerán reflejados todos los testigos. Si, aun así, continúas teniendo dudas siempre puedes llamar al concesionario o a algún taller de confianza.

testigos

2.- Ruidos anómalos

Todos los coches emiten ruidos, ya sea en mayor o menor medida, como ocurre con los eléctricos. Pero si comienzas a notar un ruido fuera de lo común, es fundamental que prestes atención y tomes las medidas necesarias. Ese extraño sonido puede estar indicándote alguna avería o anomalía en tu vehículo.

La procedencia del ruido puede indicar, en cierto modo, la gravedad de la avería. Un ruido anómalo proveniente de las pastillas de freno, el líquido de transmisión o los cojinetes, por ejemplo, requiere una visita al taller. Sin embargo, si el ruido proviene del motor, es recomendable detener el vehículo por completo y solicitar el apoyo de una grúa.

3.- Humo de color

Este chivatazo es para los coches de motor diésel o gasolina. El humo es normal en los coches de combustión, pero el color de este puede ser un indicativo del tipo de daño que puede tener.

En muchas ocasiones cuando vas por la carretera puedes ver coches que echan humo negro, si esto ocurre a la hora de acelerar fuerte no hay problema porque se puede deber a una mala combustión, pero si persiste, es necesario acudir al taller para que los expertos examinen el origen del daño.

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Lo mismo ocurre con el humo blanco. En este caso el daño se vería si el humo fuera espeso. De ser así, deberías llevar el coche al taller, ya que podría indicar una configuración incorrecta del sistema de inyección (coches diésel), mal estado de algún precalentador o atasco en el tubo de escape de aceite o gasolina.

En situaciones donde el humo es azul o gris deberás llevar el coche al taller lo antes posible. Algunos de los motivos que pueden provocar este tipo de humo pueden estar relacionados con un desgaste de los retenes de las guías de válvulas o del turbo, el mal estado de la junta de culata o una fuga en el sistema de enfriamiento.

4.- Olores extraños

El olfato también puede convertirse en un aliado a la hora de detectar posibles daños en el coche, aunque puede resultar difícil de identificar. Cualquier olor inusual, que no provenga del ambientador, debe ser motivo para llevar el vehículo al taller.

Los olores dulces pueden ser indicativo de fuga o quema de refrigerante; mientras que el olor a huevo podrido puede ser señal de un problema en el tubo de escape, como un fallo en el convertidor catalítico. Por otro lado, los olores a goma o aceite quemado pueden sugerir un componente que se está calcinando como el mismo lubricante o un problema en el lubricante o la caja de cambios.

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5.- Reacciones irregulares

Son varias las reacciones extrañas que puedes notar en el coche y pueden indicar chivatazos de problemas. Errores como tirones pueden provenir de diversos fallos como, por ejemplo, en la inyección de combustible, la caja de cambios, la válvula EGR, el catalizador, los filtros o un problema eléctrico.

Fallos en el arranque o la falta de potencia al acelerar también son reacciones a tener en cuenta, que pueden venir de la batería, el motor de arranque, el alternador o las bujías (coches de gasolina) o los calentadores (vehículos diésel) e inyectores, el turbo o filtro de aire en mal estado, respectivamente.

Ante cualquier señal de advertencia o anomalía en el automóvil, es recomendable acudir al taller lo más pronto posible. La detección temprana de problemas y su pronta resolución pueden evitar consecuencias más graves.

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