¿Qué significan los testigos de los coches eléctricos?

A pesar de que los coches son cada vez más fáciles de utilizar y fiables, siguen incorporando una buena cantidad de indicadores y testigos de cara a informar al conductor sobre el estado del vehículo, permitirle controlar su funcionamiento y alertarle de incidencias.

Los coches eléctricos incorporan un montón de sistemas diferentes a los de los coches «convencionales» o de combustión y, aunque su funcionamiento es todavía más sencillo, sus cuadros de instrumentos cuentan con algunos testigos, luces de advertencia e indicadores especiales.

Muchos de estos testigos también están presentes en coches ‘electrificados’, como por ejemplos los híbridos enchufables o los híbridos con baterías de alto voltaje (como es el caso de cualquier modelo híbrido de Toyota).

Algunos de ellos, como el del nivel de carga de la batería, son absolutamente intuitivos… mientras que otros, como el de avería del sistema eléctrico, son realmente serios y no querrías verlos nunca. En cuanto a los colores, recuerda que el color del testigo es fundamental para saber la gravedad del problema tu coche:

• Verde:  Es un testigo informativo acerca de las funcionalidades del vehículo como, por ejemplo, los sistemas de asistencia a la conducción.

• Amarillo: Informa de un fallo al que tenemos que prestar atención media. Aunque no tendremos que parar de forma inmediata, sí deberemos consultar el manual de usuario del coche para saber qué le sucede; en la mayoría de los casos, lo más aconsejable es ir al taller para que lo solucionen.

• Rojo: Avería o fallo que requiere de una atención inmediata. Por eso, tendrás que parar el coche y no lo utilizarlo hasta que el problema esté solucionado.

A continuación, repasamos tanto los testigos del coche más importantes como aquellos que consultarás con más frecuencia:

Cable conectado

Probablemente, este es el testigo que verás más a menudo. Sirve para indicar que el cable de carga se encuentra conectado al vehículo, y que el coche se ha percatado de ello. Eso significa que se ha iniciado una conexión válida entre en el coche y el punto de carga. Eso no es una garantía de que vayas a poder cargar sin problemas… pero es un primer paso. Si, tras enchufar el cable, este testigo no se ilumina, podemos deducir que hay algo que funciona mal en el punto de carga.

Este testigo es importante porque hay un error que se comete a menudo, y es el de intentar arrancar (o activar) el coche sin desconectar el cable… algo que es imposible por el propio diseño del protocolo de carga. En estos casos, el testigo lucirá en color amarillo o rojo para indicarnos que, aunque es posible activar sistemas como la radio o la climatización, no se puede pasar al estado de READY o preparado para la marcha si no se desconecta primero el cable.

Este testigo también será rojo, aunque el coche no esté enchufado, si hay algún problema con el zócalo de carga o el cargador embarcado del coche. En ese caso, es muy probable que el coche se niegue a cargarse.

Vehículo preparado

Los vehículos eléctricos, al igual que los híbridos enchufables y los híbridos, no emiten un sonido característico cuando se ponen «en marcha», de manera que tienen que contar con un indicador que alerte al conductor de tal condición. Esa indicación es la palabra verde READY.

Se trata de una indicación más seria de lo que podría parecer. La palabra READY nos indica que el coche está en condiciones de iniciar la marcha en cuanto pisemos el freno y seleccionemos D o R. Nos indica también que el coche ha realizado con éxito toda una serie de comprobaciones previas, como por ejemplo de aislamiento de la batería. Sin READY, es imposible que el coche se mueva… y no conseguir llegar al estado READY puede ser indicativo de una avería grave.

READY también es indicativo de que los distintos componentes de tracción están bajo tensión. Para un usuario normal, puede que eso no parezca muy importante… pero, desde el punto de vista de un rescate tras un accidente, es una información vital: la primera maniobra que llevarán a cabo los bomberos, policía o el equipo de rescate correspondiente será desactivar el coche (por ejmeplo, pulsando el botón de encendido) para que desaparezca la inscripción READY.

Aunque la palabra READY es la manera más extendida de alertar al conductor de que le vehículo está preparado para la marcha, ten en cuenta que algunos fabricantes (sobre todo, japoneses) emplean un coche verde con flechas a izquierda y derecha (ver más abajo).

Avería en la batería

Este testigo, que se puede iluminar en color amarillo o rojo, sería el equivalente del temido «avería del motor» en un coche de combustión. Y como ocurre en un coche de combustión, es un poco inespecífico. Obviamente, indica que existe un problema en el sistema de tracción eléctrica… pero ni siquiera es necesario que ese problema esté en la batería, sino que podría encontrarse en el inversor, el motor o el cableado.

Este testigo tampoco implica que no podamos seguir la marcha ya que, si la incidencia no es muy grave, se activará un modo de prestaciones reducidas (lo que en los coches de combustión se conoce como «limp mode» o modo de emergencia). Un ejemplo de avería que impediría un funcionamiento normal pero sin impedir el movimiento del vehículo sería una «derivación» (la aparición de tensión eléctrica en un lugar indebido) inferior a los 60 voltios. Eso indicaría que hay un fallo de aislamiento en el coche… pero no lo bastante grande como para provocar una descarga eléctrica peligrosa.

Prestaciones limitadas

Existen varias circunstancias que pueden activar el modo de prestaciones reducidas de un coche eléctrico… aunque la más frecuente es un nivel de carga extremadamente bajo en la batería. Muchos fabricantes emplean el pictograma de la tortuguita. Este pictograma también puede encenderse en coches híbridos e híbridos enchufables cuando se vacía por completo la batería y sólo cuentas con las máximas prestaciones que puede entregar el motor térmico.

En el caso de los eléctricos, y si esta luz se enciende debido al bajo nivel de carga de la batería, puedes esperar recorrer alrededor de 3.000 metros hasta que el coche se niegue a moverse más… lo justo para encontrar un lugar seguro en el que detener el vehículo. En algunos casos, como el Porsche Taycan de arriba, se reserva una pizca de carga para, una vez que se ha llegado al punto en el que ni siquiera es posible desplazar el vehículo, poder al menos subirlo a la grúa.

Batería en reserva

Igual que los coches «convencionales», los coches eléctricos cuentan con una indicación de «reserva de batería». La grafía suele ser similar a que ya conoces de la gasolina y el diésel: un surtidor con enchufe que se ilumina en color naranja. A medida que la situación empeora, lo habitual es recibir alertas más explícitas a través de la instrumentación.

Una diferencia importante es que esta «reserva» tiende a saltar mucho más tarde que en un coche convencional. En un gasolina o un diésel, la advertencia de reserva se suele iluminar cuando quedan aproximadamente entre 90 y 110 kilómetros de autonomía. Sin embargo, en el caso de los eléctricos, ese momento se suele retrasar hasta los 30 kilómetros.

Velocidad y tiempo de carga

Esta indicación no es formalmente un testigo que se ilumine, sino un mensaje del ordenador de a bordo. En este sentido, no tiene una simbología homologada. Algunos fabricantes indican el tiempo restante, mientras que otros indican la potencia a la que se está produciendo la carga.

Al cargar en puntos con los que no estás familiarizado, ya sean rápidos o lentos, es muy importante comprobar esta indicación, para verificar que la carga se está realizando a la velocidad esperada. De lo contrario, es posible que regreses al coche para comprobar que apenas ha aumentado la autonomía.