En concreto, las cifras que maneja el estudio de KPMG se sitúan entre los 860.000 y 1.460.000 nuevos empleos. Una afirmación que rompe con la creencia extendida de que el coche eléctrico, con menos componentes mecánicos y, por lo tanto, menos mantenimiento, se traduciría en menos trabajo. Sin embargo, para que este crecimiento en la oferta de empleo sea efectivo, la consultora señala que es necesario que el sector español se adapte rápidamente a todos los cambios futuros inherentes a la transformación eléctrica del automóvil.
Tras el cierre del ejercicio de 2020, el vehículo eléctrico registró en España una cuota de mercado del 2,11%. Una cifra que, teniendo en cuenta las fuertes restricciones en materia de emisiones a las que se están viendo sometidos los fabricantes de vehículos, no hará más que crecer en los próximos años. Estos cambios traerán consigo nuevos perfiles laborales que deberán estar familiarizados con la digitalización y las últimas soluciones tecnológicas. Los más demandados serán aquellos especializados en la descarbonización del negocio, la digitalización y el desarrollo de software.
Teniendo esto en cuenta, las compañías deben comenzar a invertir en la formación de sus trabajadores para poder contar con esos perfiles que resultan imprescindibles en el futuro. KPMG España afirma en el informe que esta década resulta fundamental para el desarrollo de esta misión.
Fabricar coches eléctricos, la clave para crear empleo

La adjudicación de la fabricación de coches eléctricos será clave para poder obtener ese millón y medio de puestos de trabajo que KPMG señala en su estudio. Un buen ejemplo de ello es el Stellantis que ya produce modelos eléctricos en todas sus instalaciones del país, o Seat, que espera producir un vehículo urbano eléctrico en Martorell a partir de 2025.
Al tratarse de uno de los componentes más importantes para el vehículo eléctrico, la producción de baterías también será una palanca de desarrollo. Según la consultora, en la actualidad España fabrica entre el 3% y el 5% de las baterías para automóviles en el mundo. Por el momento, nuestro país no cuenta con una planta dedicada a la producción de baterías, un hecho que supondría importantes beneficios a nivel medioambiental, económico y logístico. En este sentido, Asia es la referencia con una producción del 85%.
No obstante, todo parece apuntar que el Grupo Volkswagen y Seat construirán la primera factoría de baterías para vehículos eléctricos de España. Y más después de su solicitud de unirse al PERTE de automoción el pasado mes de julio que destinará 4.300 millones de euros de las arcas públicas para la recuperación y transformación económica del sector.
Además, KPMG España considera necesario reforzar la red de infraestructura de carga de cara a los próximos años. De no ser así, en el momento en el que el precio de los vehículos eléctricos se equipare al de los modelos de combustión tradicionales, la falta de electrolineras podría suponer una barrera para la proliferación del sector. Según estima la consultora, en 2030 debería haber unos 350.000 puntos de carga pública repartidos por toda nuestra geografía. Actualmente, existen solo 11.517 estaciones.
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