2024 será un año clave en multitud de cuestiones, entre ellas para la recarga del sistema de taxis de Austria. Un servicio en el que, por Ley, todos los vehículos deberán ser eléctricos (algo para lo que las autoridades austríacas ofrecieron cuantiosas subvenciones de hasta 8.000 euros por vehículo desde 2016 a 2019). Ahora bien, se calcula que, por ahora, el 90% de la flota de taxis del país es aún diésel…
¿El motivo? Entre otros, el problema de una recarga eléctrica sencilla, rápida y cómoda para estos vehículos y sus conductores. Y es que estos vehículos recorren entre 150 y 200 km al día (no mucho para los actuales eléctricos), pero tienen un problema: la necesidad de conectar la calefacción durante la marcha y el tiempo de espera hasta conseguir clientes; un tiempo durante el que el coche eléctrico puede consumir hasta el 10% de la batería… en una hora. Sin embargo, esta necesidad de recargas rápidas y cómodas, podría solucionarse en muy poco tiempo.
La compañía austríaca Easelink está llevando a cabo, desde el pasado mes de septiembre y en ciudades como Viena o Graz su proyecto eTaxi, en el que participan 64 vehículos (56 vehículos particulares y ocho taxis: cuatro Volkswagen ID.4 y cuatro Hyundai Ionic 5). Pero, en qué consiste este proyecto? Pues en la prueba de su tecnología de recarga inalámbrica Matrix Charging, que funciona mediante la unión de dos elementos magnéticos, un anclaje instalado en la parte baja del coche y una placa situada sobre o enterrada bajo la calzada.
Al llegar el vehículo y situarse sobre la placa fija (ojo, no se requiere que se sitúe al 100% sobre dicha placa), el dispositivo instalado en el vehículo descendería hasta ‘anclarse’ a la placa situada en la calzada, conectando a ella distintos elementos metálicos y propiciando así el inicio de la recarga. El sistema resulta sencillo a la par que ingenioso, ya que, por ejemplo, cada vez que desciende el anclaje instalado en el automóvil, un soplador asociado a él barre el mismo y, también, la placa fija, desplazando así cualquier elemento (hojas, papeles, suciedad) que pudiera interferir en la recarga.
Una recarga inalámbrica apta para el 90% de los modelos del mercado
Esto es lo que promete Easelink, quien asegura que la placa anclada al suelo puede soportar pesos de hasta 2.500 kg y que, sobre todo, este sistema permite cargar tanto en corriente alterna como en corriente continua a velocidades de carga ‘interesantes’: en concreto, y en corriente alterna, hasta a 22 kW y, en corriente continua, a 50 kW. Además, en vehículos dotados de sistemas eléctricos de 800 voltios, la potencia de recarga en corriente continua podría incrementarse hasta los 100 kW.