El coronavirus asesta un duro golpe a las matriculaciones de todos los segmentos

Nicolás Merino
Nicolás Merino

Las matriculaciones de turismos y todoterrenos han sufrido un grave descenso del 69,3% durante el mes de marzo, hasta alcanzar un total de 37.644 unidades. Unas cifras que se sitúan en niveles inferiores a los peores meses de la crisis económica.


La paralización del sector del automóvil a causa del coronavirus, unido a las restricciones impuestas por el estado de alarma han supuesto un durísimo golpe a las matriculaciones, las cuales se ponen a niveles inferiores que los registrados durante la pasada crisis económica. Son los peores datos de la historia, donde todos los segmentos han visto recortadas sus ventas. En el caso de los turismos, se ha pasado de comercializar una media de 4.500 unidades diarias a registrar jornadas con 200 entregas.

De poco han servido las acciones de las marcas, ahora volcadas en lucha contra la pandemia a través de iniciativas orientadas a apoyar a los profesionales sanitarios. Así las cosas, las matriculaciones de turismos y todoterrenos en marzo se saldaron con tan solo 37.644 unidades vendidas, lo que equivale a un 69,3% menos que en el mismo mes del año anterior. El canal que más ha sufrido ha sido el de los alquiladores, donde solo se han comercializado 500 unidades. Asimismo, como señalan desde Anfac, Faconatuo y Ganvam, las ventas registradas a particulares y empresas en los últimos 15 días del mes, durante el obligado confinamiento, «responden, casi con toda seguridad, a operaciones realizadas en los meses anteriores y que no se habían podido matricular».

La venta de comerciales ligeros cae un 67,2%

Con 6.708 unidades vendidas en el mes de marzo, el canal de vehículos comerciales ligeros también se ha llevado un gran varapalo a causa del coronavirus, lo que representa un 67,2% menos que en el mismo periodo de 2019. En el acumulado del año, el descenso en el número de ventas es ya del 33,5%, con un total de 36.284 vehículos matriculados. Una vez más, las alquiladoras se han llevado la peor parte, con una caída del 76,3% y tan solo 959 unidades matriculadas.

En lo que respecta a las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses, las matriculaciones se redujeron un 36,8% en marzo, con tan solo 1.321 unidades vendidas. Esto hace que, en lo que llevamos de año, la caída sea del 18% y las ventas totales sean de 5.736 unidades. Solo los vehículos industriales ligeros -de entre 3,5 y 6 toneladas- han experimentado un aumento del 28,4%, y es que son una parte esencial en la cadena de distribución de alimentos, medicamentos o productos de primera necesidad. Por su parte, los autobuses, autocares y microbuses han tenido la misma tendencia que el resto del mercado con un decrecimiento en el tercer mes del 69% y 102 unidades matriculadas.

Un nivel de ventas nunca antes registrado en la historia

La emergencia sanitaria provocada por el virus COVID-19 ha dejado un escenario de matriculaciones nunca antes visto. «Nos encontramos ante un mes y unos registros de ventas sin parangón en la historia de las matriculaciones en España, como también nos encontramos como país ante una de las crisis sanitarias más complejas y duras enfrentadas jamás», señaló Noemí Navas, directora de comunicación de Anfac. «Las ventas están paralizadas y esta situación se prolongará, al menos, mientras dure el estado de alarma porque el principal objetivo es superar la pandemia. Desde ANFAC, pensamos que es posible volver rápido a donde estábamos. Vamos a necesitar un plan de choque de relanzamiento del sector que recoja medidas específicas para la automoción y que se centre en la renovación integral del parque», sentenció.

En la misma línea está Faconauto, que a través de Raúl Morales, director de comunicación, ha señalado que «con los concesionarios cerrados, esperamos un mercado inexistente o con caídas cercanas al 90% los dos próximos meses. Pese a ello, deberíamos aspirar a tocar fondo antes de que acabe el primer semestre y trabajar duro en la segunda mitad del año para arrancar de nuevo el sector».

Desde Ganvam abogan no solo por la recuperación de todos los afectados por el coronavirus, sino también por la recuperación económica. «Lo primero es la salud, pero también hay que evitar la destrucción de puestos de trabajo para que la segunda prioridad, que es la economía, no colapse. Por eso, en lugar de que todos los ERTE terminen cuando acabe el estado de alarma, sería bueno que se aceptara una reincorporación gradual del personal», explicó Tania Puche, su directora de comunicación.