La Comisión de Competencia y Consumidores Australiana (ACCC) ha investigado 23.000 unidades de las marcas chinas Great Wall y Chery, hallando que contienen amianto, un material cancerígeno prohibido en la mayoría de los países desarrollados.
Este elemento ha sido descubierto en los motores y las juntas de los Chery J11 y J3, así como los Great Wall SA220, V240, X240, V200 y X200.
Desde Chery han admitido que se cometió un error exportando estos coches a países donde el asbesto está prohibido, y que todo se debe a una partida de piezas que en realidad estaba destinada a mercados donde no es ilegal. Por su parte, un portavoz de Great Wall se mostró seguro en declaraciones al canal de información economica Bloomberg de que el asunto «no tendrá gran impacto sobre nuestras exportaciones y planes de expansión«. Estas firmas chinas, presentes en Australia desde 2011 y 2009 respectivamente, han dejado de importar los modelos afectados y han recomendado a sus propietarios que no manipulen el motor por su cuenta, pues mientras no se abra el capó el riesgo es nulo, pero en caso contrario se entra en contacto con este material y comienza el peligro.
El amianto es ilegal en Australia desde el año 2004; los mecánicos profesionales están acostumbrados a trabajar con él y saben cómo hacerlo de forma segura, ya que antaño era habitual su uso en motores y juntas de culata. La ACCC ha tomado medidas como colocar una pegatina de advertencia en el compartimento del motor de todos los coches afectados y realizar un vídeo en el que se explica a los mecánicos los mejores procedimientos para manipular materiales peligrosos.